Ryo Ishikawa, una promesa del golf en la generación inspirada por Woods

Es el ganador más joven de un circuito profesional de golf, superando el récord del legendario Seve Ballesteros por casi cuatro años. Es el jugador más joven en entrar a los 100 mejores y después 50 mejores, superando los récords de Tiger Woods .
Es el ganador más joven del Tour de Japón, por lo que se llevó casi 2 millones de dólares. A sus 19 años ya es muy reconocido en su país, Japón, y muchos dicen que puede igualar los logros de su ídolo, el 14 veces campeón, Tiger Woods.
Como ahora Woods es visto como la sombra de lo que solía ser, Ryo Ishikawa está a la vanguardia de una nueva generación de estrellas jóvenes e icónicas listas para llevarse la corona.
Europa tiene a Rory McIlroy, Estados Unidos tiene a Rickie Fowler, e Ishikawa es la principal esperanza de Asia, es la estrella del Este.
Takehiro Hayashi, director ejecutivo de la Asociación de Desarrollo de Golf Junior de Japón, pensó que no vería a ningún otro jugador como él en su vida, y tras 40 años de identificar y desarrollar talento, Hayashi cree que Ishikawa puede lograrlo.
Ishikawa ganó presencia antes de cumplir 16 años, cuando comenzó a romper récords.
Logró jugar patrocinado en el Abierto de Munsingwear de la Copa KSB en 2007, y por el mal clima tuvo que jugar dos rondas el sábado con un inicio negativo. Sólo su familia y amigos vieron sus tiros al hoyo, donde Ishikawa se llevó la victoria con 69 y 66 puntos y comenzó su carrera al estrellato. El año siguiente se volvió profesional y desde entonces ha enorgullecido a su país.
A diario aparece en la televisión o en espectaculares, ya sea jugando golf o promocionando marcas como Panasonic y All Nippon Airways. Viaja con su séquito, seguido por los medios y ya tiene un museo público donde se exhiben sus trofeos, el cual recibe cientos de visitas al día. Con razón su lema es “Allá voy, mundo”.
Pero no es arrogante. Dice que podrá ser famoso en el campo de golf, pero en casa sigue siendo uno de los niños. Se siente afortunado y feliz cuando se le acercan sus seguidores, dijo Ishikawa a Living Golf antes de un torneo reciente en Sapporo. “No puedo considerarme un genio, pero sí he trabajado duro”. Tiene una relación cercana con su familia (tiene un hermano y una hermana), es humilde, centrado y dedicado.
Pasa hasta tres horas al día entrenando y hasta cinco horas practicando en el campo. Es un producto de la generación de Tiger.
Ishikawa, McIlroy and Fowler juegan un golf agresivo y todos se visten para llamar la atención, con pantalones de colores brillantes que no pasan desapercibidos en la estrella japonesa, quien dice, quiere ser visualizado fácilmente. Al igual que Tiger, se viste de rojo el domingo para su ronda final.
Comenzó a jugar golf gracias a Woods, a quien admira mucho. La generación posterior a Woods necesita colaborar para que el golf mundial sea más emocionante en el futuro, dijo Ishikawa, quien ya está poniendo de su parte: este año, el domingo 2 de mayo, donó unos pantalones firmados y firmó los libros de récords después de ganar el torneo Crowns en Nagoya.
Así logró el séptimo título en su carrera, al registrar el puntaje más bajo en un tour importante: 58. Fue el principio de un sueño, “como si la pelota y el trofeo tuvieran poderes magnéticos, como si controlara la pelota a control remoto”. Y el mundo comenzó a notarlo.
A donde quiera que vaya, es reconocido. Su presencia es muy oportuna; la población envejecida y la recesión de veinte años afectaron la industria del golf en Japón. Desde 1990, la comunidad del golf se redujo un cuarto desde 1990, de 12 a nueve millones, pero Ishikawa y su contraparte femenina, Ai Miyazato inspiran a muchos jóvenes a retomar el deporte.
Hayashi dice que el golf japonés se ha recuperado, en parte gracias a Ishikawa.
Tikeshi Kasafuka, cuya compañía PGM Holdings ha estado comprando campos de golf en bancarrota, cree que Ishikawa será un detonador para revivir la economía el golf, aunque aún no hay muchas construcciones además de los 2,350 campos de golf que ya existen en las pequeñas islas.
Aunque Ishikawa tiene un futuro personal brillante, sabe que en algún momento Japón lo limitará.
Normalmente, los campos de golf japoneses son más decorativos que prácticos; los dueños prefieren campos rápidos, y en un país donde el honor es muy importante, los golfistas prefieren hándicaps bajos.
A Ishikawa le gusta jugar en casa y ha evitado jugar de tiempo completo en el Tour PGA de Estados Unidos, pues no siente que sea el momento adecuado para hacerlo, aunque sabe que ese momento llegará.
Creció entre campos de arroz en una zona rural de Saitama, a una hora en auto del centro de Tokio.
Al caminar en los densos pastos azules de Kentucky, una categoría no muy común en Japón, Ishikawa practica los tiros que necesita para lograr el éxito en el Tour PGA.
Esta temporada ha jugado nueve eventos en Estados Unidos con un final dentro de los diez primeros y un empate en la posición 33 en el Abierto de Estados Unidos. De no ser por su desastrosa ronda final en Pebble Beach, habría logrado su primer major. En el Abierto británico, quedó empatado en la posición 27.
Tiene un mapa gigante donde señaló destinos como Los Angeles, Phoenix, Orlando y, por supuesto, Augusta, una muestra de ambición pero también de conflicto personal. La cercanía con su familia dificulta la separación, pues no sabe cómo reaccionarían sus padres si decide irse a Estados Unidos.
El padre de Ryo se lleva el crédito por haberle puesto un palo de golf en las manos, aunque dice no entender de todo el juego.
El mejor en el mundo debe jugar contra los mejores y aprender a superarlos. Ishikawa dice que parte de su éxito se debe a su paciencia y fortaleza mental.
El museo, que fue creado cuando apenas tenía 17 años, alberga recuerdos, ropa y un certificado del libro Guinness de Récords Mundiales. Esto es increíble, y es un indicador de la grandeza que podría lograr en el futuro.