El Super Bowl XLV fue el más tecnológico de la historia

Puede que no esté en la mente de los aficionados al futbol americano que quieren ver a Clay Matthews darle una paliza a Ben Roethlisberger, o a Hines Ward llegar a la zona de anotación, pero el Super Bowl XLV es el que ha contado con la más alta tecnología que ningún otro.

Desde un banco de servidores que guarda 100 terabytes de información, hasta una aplicación para iPad (que los fans pudieron introducir al Estadio de los Vaqueros, en Dallas) la tecnología por computadora es una parte del juego casi tan importante como los cascos y las hombreras .

Esencialmente, todos los eventos que hemos tenido aquí en los últimos dos años han sido un ensayo general para el siguiente, dijo Pete Walsh, técnico general de los Vaqueros de Dallas, a Wire, un socio de contenidos de CNN.

Inaugurado en 2009, el estadio de 1.2 miles de millones de dólares y que tiene capacidad para más de 100,000 personas, tuvo a la tecnología como uno de sus ejes fundamentales desde que lo concibieron.

“Cuando iniciamos el proceso, en 2004, pudimos juntarnos con diferentes proveedores y conocer los mapas y rutas que habían trazado no sólo para incluir tecnología sino para conocer dónde estaría en cinco o más años”, dijo Walsh. “Así que sacamos una ventaja al conocer donde estaría la tecnología y no dónde se encontraba ahora mismo”.

En ningún otro sitio el uso de la alta tecnología es más evidente que en el centro de datos: el banco de servidores soporta a 30 organizaciones y 90 proveedores, puestos de comida y similares, en las inmediaciones del estadio.

“Mientras los fanáticos en casa y en el estadio ven el juego, seguramente no buscarán evidencia de una infraestructura de servidores de 100 terabytes”, dijo Thomas E. Richards, presidente y director de operaciones de la compañía de tecnología CDW, que asistió a los Vaqueros en la configuración.

“Por el contrario, los aficionados notarán lo bien que se ve el partido en la pantalla de alta definición más grande de la NFL o lo sencillo que es usar un cajero automático o las tarjetas de crédito de las tiendas”.

La pieza de mayor tecnología que se vislumbra en el estadio es conocida como la pantalla de alta definición más grande del mundo: se trata de un monitor de 40 millones de dólares, 600 toneladas de peso y 7,620 pies de displays. Sus medidas son: 21 metros de alto por 48 de ancho.

Además de este mosntruo de pantalla, hay otras 3,500 televisiones de alta definición de 46 pulgadas, diseminadas por todo el estadio.

Un comunicado de prensa lanzado por Cisco, que se asoció con los Vaqueros en cuestión tecnología, incluyendo las pantallas, llamó al estadio “la sede más versátil y tecnológicamente avanzada en todo el futbol de Estados Unidos”.

“Necesitábamos tecnología que previera la máxima experiencia a los fanáticos y que permitiera que las operaciones de los equipos corrieran con efectividad,” dijo Walsh. “Con el nuevo estadio, era momento de mejorar nuestra infraestructura a la siguiente generación y centralizar todo en un solo centro de datos.

Otra tecnología en el juego

Como ha sido costumbre en los últimos años, los oficiales del Super Bowl usarán dispositivos de localizaciónn GPS para vigilar a los jugadores, actores, e incluso al Trofeo Vince Lombardi, durante sus traslados de y hacia el estadio.

El recinto cuenta con Wi-Fi gratuito para la gente que asista a los eventos, así como para los jugadores y las hordas de medios de comunicación que cubrirán el juego. Las principales compañías de telefonía móvil han incrementado sus señales en todo el estadio, para asegurarse de que sus clientes no pierdan el servicio. 

AT&T dice que ha roto récords de uso de datos en cada evento masivo que ha albergado el estadio. El Estadio de los Vaqueros cuenta con una de los mayores sistemas de antenas en el país y AT&T ha invertido más de 10 millones de dólares en mejoras de la red, dijo un portavoz.

Aplicaciones para el Super Tazón

El domingo será el primer Super Tazón desde el lanzamiento de las tabletas –en particular el iPad de Apple, y la NFL no ha perdido el tiempo, y ahora ofrece una aplicación gratuita del Super Bowl para dicho dispositivo; de igual forma, lanzó una aplicación similar para los aparatos que funcionan con Google Android.

Dirigido a personas que asistan al juego, la aplicación (también compatible con el iPhone y el iPod Touch), incluye mapas en 3D del norte de Texas, con localización de restaurantes y bares, una herramienta para localizar estacionamientos, concesiones, tiendas y baños en el estadio, y la habilidad de ver quién más está en el juego con aplicaciones “check-in”.

ESPN y USA Today son algunos de los medios de comunicación que han diseñado sus propias aplicaciones para el partido.

Para aquellos que sólo ven el Super Bowl por los comerciales, está disponible AdBowl. La aplicación para iPhone, que complementa su sitio web, que inició actividades en 2001, le permite a los usuarios calificar cada comercial con resultados en tiempo real, diseñado para mostrar cuáles son los más vistos y los que fracasaron.

“Desde el lanzamiento de AdBowl, hemos visto que la fascinación por la publicidad de alto impacto se apodera de la nación y no la deja ir”, dijo Steve McKee, presidente de la compañía que gestiona AdBowl, en un escrito.

Hablando de los anuncios

La aparición de los medios de comunicación social es clave en esos comerciales de alto costo.

Audi hizo algo de historia en la web este año, incluido un hashtag de la red social Twitter al final de su spot de 60 segundos. Los usuarios de Twitter que usen el hashtag #ProgressIs se vuelven elegibles para ganar una prueba de manejo de un Audi R8 y 25,000 dólares para donar a una beneficencia de su elección.

El comercial de Audi estuvo programado para el primer set de comerciales. Se espera que Bridgetone y Mercedes-Benz también tengan actividad en Twitter.

Otro movimiento que se espera tenga más éxito que el de los comerciales de dotcom proyectados a principio de la década del 2000 (te estamos buscando, pets.com), son los vendedores de cupones, Grupon, que se hicieron de un espacio publicitario en el partido.