Los 'Vaqueros' ganan 18-16 a Washington y le quitan el invicto
El gran trabajo del mariscal de campo hispano Tony Romo, la defensa y acierto del pateador Dan Baley permitieron a los Vaqueros de Dallas venir de atrás para ganar por 18-16 a los Pieles Rojas de Washington en el tradicional partido de los lunes de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL).
La victoria de los Vaqueros (2-1), en el duelo de equipos de la División Este de la Conferencia Nacional (NFC por sus siglas en ingles), acabó con el invicto de los Pieles Rojas (2-1), sólo tres equipos todavía no conocen la derrota como son los Empacadores de Green Bay, Leones de Detroit y Bills de Búfalo .
A pesar de estar lesionado de las costillas, Romo aguanto el castigo que le impuso la defensa de los Pieles Rojas para al final conseguir ser el jugador decisivo que permitió colocar el ovoide para seis goles de campo que ejecutó a la perfección Bailey.
Romo, quien tuvo un mal inicio de partido, se recuperó en la segunda parte donde hizo las jugadas decisivas, incluida la de un avance a 1:57 minuto de concluir el partido, que permitió a Bailey anotar un gol de campo de 40 yardas y poner a los Vaqueros con una ventaja de 18-16, que luego iba a ser la definitiva.
El mariscal de campo estelar de los Vaqueros completó 22 de 36 pases para 255 yardas, sin envíos de anotación y le hicieron una intercepción.
Bailey, que iba a ser el líder indiscutible de los Vaqueros en la ejecución de los goles de campo, para ser el único anotador del partido de su equipo, acertó con patadas de 41, 27, 32, 41, 23 y 40, respectivamente.
El corredor Felix Jones hizo 14 acarreadas para avanzar 115 yardas por tierra, que fue el ataque más seguro que tuvieron los Vaqueros.
La defensa de los Vaqueros también iba a ser factor ganador con el apoyador Anthony Spencer que protagonizó la pérdida de balón del mariscal de campo de los Pieles Rojas, Rex Grossman con 28 segundos para concluir el partido.
La acción de Spencer, que tuvo cuatro tacleadas y un derribo, permitió a su compañero Sean Lee que pudiese recuperar el ovoide y de esta forma asegurar la victoria de los Vaqueros en el primer partido de la nueva temporada en su campo.
Los 98,000 espectadores que llegaron al Cowboys Stadium comenzaron una gran celebración por un triunfo que para el entrenador en jefe del equipo de Dallas, Jason Garrett, es todo un respiro.
Cuando concluyó el partido, mientras los jugadores celebraban el triunfo, Garrett puso una rodilla en el césped del Cowboys Stadium y levantó los dedos índices de sus manos.
La victoria aseguró a los Vaqueros que no van a tener el mismo problema de la pasada temporada, la cual iniciaron con una marca perdedora de 1-7, sino todo lo contrario, ahora comparten el liderado con los Gigantes de Nueva York y los Pieles Rojas, que buscan la marca de 3-0 por primera vez desde el 2005.
Grossman, que abandonó el campo al concluir el partido sin intercambiar el tradicional saludo entre los mariscales de campo, completó 22 de 37 pases para dar un envío de anotación y le interceptaron un ovoide.