La afición del Corinthians celebra con samba la victoria contra Chelsea
La ciudad de Sao Paulo, en Brasil, celebró con samba, bengalas y ríos de cerveza la victoria de Corinthians 1-0 ante el Chelsea de Inglaterra, en la final del Mundial de Clubes.
El atronador ruido de los petardos se escuchó en toda la urbe brasileña a las 10:22 de la mañana (hora local), después de que el árbitro concluyera el encuentro que se disputó en Yokohama, Japón.
La anotación del peruano Paolo Guerrero ante el equipo británico desató uno de los momentos de mayor bullicio.
"Soñaba con ganar el título y marcar el gol de la final", dijo Guerrero. “El sacrificio fue el máximo y ahora estoy feliz por el título que se consiguió”.
"El rival era difícil, agresivo, con mucha intensidad, y a pesar de eso hemos tenido cuatro claras ocasiones. Su portero ha sido el jugador del partido y eso indica lo que hemos vivido nosotros", dijo el entrenador del Chelsea, Rafael Benítez.
Los aficionados brasileños observaron el partido en los bares y panaderías de la Avenida Paulista, la principal vía de Sao Paulo y en esa misma zona celebraron el título, que se tiñó de blanco y negro, los colores del Corinthians.
Al grito de "Vai Corinthians" o "É bicampeão" (es bicampeón), el "bando de locos", como se autodenomina la afición, tomó los tres kilómetros de extensión de la Paulista, una amplia avenida flanqueada por numerosos rascacielos.
Miles de hinchas también abarrotaron la sede de la escuela de samba Gaviões da Fiel, vinculada al club de fútbol. Ahí celebraron el título con bengalas y el frenético ritmo de la percusión típica del carnaval.
La alegría se extendió por todos los rincones del área metropolitana de Sao Paulo, donde viven cerca de 20 millones de personas y en otras ciudades de Brasil.
Los seguidores del equipo habían mostrado su apoyo desde el primer partido en el Mundial de clubes, con la colocación de banderas en los balcones o en los automóviles.
Es el segundo título mundial del Corinthians. El primero lo obtuvo en el 2000, en Río de Janeiro, después de vencer al Vasco da Gama.