Mujeres, las más desprotegidas en la vejez
Pese a que las mujeres trabajan más que los hombres –al desempeñar labores domésticas no remuneradas además de una actividad económica-, sus condiciones de seguridad social son carentes y tienen mayor incertidumbre de lograr una pensión digna llegada su vejez.
La encuesta sobre Ahorro y Género, realizada por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) en 2015, detalla que ocho de cada 10 mujeres no tiene una cuenta bancaria, 52% de ellas no ahorra y, de las que sí lo hacen, 60% guarda su dinero en casa. Y el 50% que decide ahorrar lo hace para responder a emergencias y no para su retiro.
“Esta afirmación es muy importante porque no es que las mujeres no piensen (en su futuro), sino que no pueden porque las necesidades que tienen son tan grandes y los ingresos de las mujeres son disminuidos con relación a los que tienen los hombres”, comentó Amalia García, secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo en el gobierno de la Ciudad de México, durante la conferencia "Género y Pensiones" en la Primera Convención Nacional de Afores, en el Centro Banamex.
El reto es que las mujeres tengan un salario igual al de los hombres que realizan un trabajo similar y que sus labores en el hogar también sean remuneradas. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el trabajo no remunerado que realizan ellas en el hogar equivale a 24.2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Además, muchas mujeres deciden trabajar en la informalidad o renunciar a sus empleos porque algunas empresas no ofrecen facilidades para que puedan incorporarse con flexibilidad de horarios y, por lo tanto, se ven limitadas a llevar a cabo el cuidado de los hijos o capacitarse más.
La solución, agregó Lorena Cruz, directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), está en que las compañías tengan salas de lactancia, horarios flexibles, capacitación en horas laborales y sueldos justos.
“Al no existir esto, las mujeres no participan por puestos directivos porque eso representa más horas de trabajo”, dijo Cruz.
Vanessa Rubio, subsecretaria de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), destacó que una de las herramientas que el gobierno federal tiene para sopesar la incertidumbre económica de las mujeres llegada la vejez es el programa de pensiones para adultos mayores que ofrece la dependencia.
“Anualmente, Sedesol otorga 5 millones de pensiones para adultos mayores, 60% de ellas son entregadas a mujeres que nunca tuvieron un empleo formal”, comentó Rubio. El monto que otorgan bimestralmente a los pensionados es de 1,160 pesos.
Las especialistas coincidieron en que la tasa de reemplazo (la pensión que recibirán los mexicanos al momento de jubilarse) es insuficiente en el país. Para Amalia García lo ideal es que aumente hasta 70%, ya que hoy México tiene una tasa de reemplazo de 28%. Sin embargo, Rubio señaló que la política que reestructure este porcentaje no debería atentar contra la sostenibilidad del país.