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13 motivos para que cambie la Banca

¿Cómo logrará la Banca tener más presencia y cómo los usuarios podrían pagar menores costos? Expansión consultó la opinión de expertos para reactivar el otorgamiento del crédito en México.
jue 22 marzo 2007 05:50 AM

1. Permitir que nuevos agentes financieros y no financieros ofrezcan productos bancarios. Por ejemplo, algunas cadenas comerciales podrían ofrecer tarjetas de crédito de aceptación general.

2. Replantear el capital mínimo exigido a los nuevos bancos. En la actualidad es equivalente a 0.12% del capital del sistema bancario. Pero en la medida en que crece el sector ese porcentaje aumenta también en términos absolutos y puede convertirse en una barrera de entrada.

3. Dar mayor transparencia a las comisiones por servicios bancarios. Banxico ya obliga a los bancos a informar el Costo Anual Total (CAT) de sus créditos, pero todavía hay mucho por hacer, pues este indicador no esclarece totalmente los costos. En el caso de la tarjeta de crédito, por ejemplo, este costo se calcula basado en hábitos supuestos del deudor, y podría quedar muy lejos de la realidad de muchos usuarios.

4. Promover la cultura financiera. Como en el caso de las afores, la complejidad del tema desanima a muchos usuarios a adentrarse en él. Cuando se inauguró el Museo Interactivo de Economía, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, dijo que revisaron los planes de estudio de primaria, secundaria y preparatoria y que no encontraron nada relacionado con el sistema financiero. La Secretaría de Educación Pública (SEP) podría incorporar información útil sobre estos temas en los programas de educación elemental para los usuarios del sector bancario del mañana.

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5. Promover la participación de otros proveedores de estos servicios no asociados con los bancos. Esta medida puede ejercer una presión importante en los bancos para reducir los precios e incrementar la calidad del servicio.

6. Aumentar el papel de las transferencias y los pagos por medios electrónicos, por ejemplo, reduciendo las comisiones interbancarias. Esto disminuirá la importancia de la infraestructura física, como las sucursales, en la competitividad de los servicios bancarios y proveerá incentivos para reducir los precios, así como para innovar y mejorar la calidad del servicio.

7. Mantener la presión en los bancos para que sigan bajando las comisiones interbancarias por los pagos con tarjeta. A pesar de que han disminuido en los últimos meses, todavía siguen siendo altas si se comparan con estándares internacionales.

8. Dar a los trabajadores la libertad de poder elegir el banco donde quieran recibir sus pagos electrónicamente. Esta medida bajará los costos de intercambio y aumentará la elasticidad de la demanda de los servicios bancarios asociados.

9. Agilizar el sistema legal que permite a los bancos recuperar los créditos que otorga. Mejorar estos procedimientos y hacerlos más baratos conviene también a los usuarios cumplidos, pues disminuye el riesgo y eso se refleja también en las tasas de interés de los créditos que están al corriente.

10. Permitir y fomentar que los bancos adopten nuevas fórmulas que han probado su éxito en el otorgamiento de créditos. Un ejemplo son los préstamos solidarios que usan las microfinancieras, en donde se otorga un crédito individual siempre y cuando se solicite como parte de un grupo; y si uno de ellos deja de pagar, el resto debe compensar la pérdida.

11. Mantener la estabilidad económica. El otorgamiento de créditos a largo plazo y con tasas de interés bajas sólo es posible en entornos económicos estables, tanto en inflación, como en empleo.

12. Nuevas prácticas para crear historial crediticio. Para los que no tienen historial crediticio, se podrían adoptar temporalmente ciertos criterios, como considerar los pagos que se hayan hecho en el pasado a una casa de empeño, el pago de impuestos, o de ciertos servicios como la luz, la renta y el agua.

13. Promover nuevos burós de crédito. Aunque existen muchos usuarios que no tienen registro en el Buró de Crédito del sistema bancario formal, estos obtienen créditos en otra parte, por ejemplo, de sus proveedores. Un Buró de Crédito formado por los proveedores de las tiendas de abarrotes, por ejemplo, le abriría el camino a estos deudores para acceder a otras fuentes de financiamiento.

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