Cámara de Representantes ‘reta’ a Obama
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el sábado un proyecto de ley que reduce fuertemente los gastos federales hasta septiembre, un plan que de seguro afrontará una firme oposición del presidente Barack Obama y sus socios demócratas en el Senado. El proyecto respaldado por republicanos busca desafiar a Obama en su argumento de que ve con seriedad la necesidad de reducir los déficits presupuestarios y deja el camino abierto a una disputa con el Gobierno si no se llega a un consenso para el 4 de marzo, cuando expira el actual financiamiento.
En una votación mayormente partidista de 235 a favor y 189 en contra, la Cámara de Representantes aprobó la legislación para reducir el nivel actual de gastos en cerca de un 14%, o más de 61,500 millones de dólares, en una victoria para los conservadores del Tea Party electos en noviembre.
El presidente de la Cámara baja estadounidense, John Boehner, dijo que el proyecto de ley era parte de los esfuerzos republicanos "para liberar nuestra economía de los grilletes de los gastos fuera de control".
Obama ha esbozado su propio plan con recortes de gastos menos severos en el 2012, y advirtió que apretar el cinturón demasiado pronto podría dañar la lenta recuperación económica.
La atención ahora se centrará en el Senado, que redactará su propia versión de un proyecto de financiamiento al Gobierno para el actual año fiscal, que termina el 30 de septiembre.
La reducción de gastos aprobada por la Cámara baja refleja la oposición republicana a la regulación federal, que según dice afecta al crecimiento de las empresas, y una negativa a que el dinero de los contribuyentes sea usado en programas que van desde capacitación laboral, ayuda alimentaria para los pobres, a exploración espacial.
En una de las medidas más significativas durante el debate de la Cámara baja, los republicanos aprobaron enmiendas para evitar que el Gobierno de Obama implemente una histórica reforma de salud aprobada el año pasado.
Los republicanos hicieron campaña contra la reforma de salud durante todo el año pasado, argumentando que establece regulaciones agobiantes a las empresas y obstaculiza la creación de empleos.
Muchos demócratas defienden la expansión de la cobertura médica a quienes no cuentan con atención sanitaria y desean normativas más severas para proteger al consumidor. Se han comprometido a defender la ley de reforma en el Senado.
Pero finalmente se espera que la Corte Suprema de Estados Unidos decida el destino de la legislación de salud al determinar si es constitucional o no.