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Michoacán, ‘rehén’ del crimen organizado

La economía del estado está estancada por el impacto de la violencia en las actividades productivas; el próximo domingo 13 de noviembre, los habitantes de la entidad elegirán un nuevo gobernador.
mar 08 noviembre 2011 06:01 AM
Este domingo, los habitantes de Michoacán elegirán a su próximo gobernador. (Foto: AP)
Morelia (Foto: AP)

Identificado con la lucha revolucionaria y cardenista, el estado de Michoacán ha sido catalogado como un bastión perredista por antonomasia, premisa que estará en juego en las elecciones del próximo domingo.

Con poco más de 4.3 millones de habitantes, que representan 3.9% de la población total de México, esta entidad mayoritariamente turística, agropecuaria y pesquera, -que elegirá gobernador el domingo 13 de noviembre- se debate entre la marginación, la pobreza, el narcotráfico y la delincuencia. Esta lucha ha cobrado la vida de cuatro alcaldes.

Michoacán es una tierra cuya geografía es complicada, de difícil acceso por sus serranías, montañas y malas vías de comunicación, dice Virgilio Bravo, catedrático de la Escuela en Administración Pública y Política Pública (EGAP) del Tecnológico de Monterrey.

"Es un estado con polos económicos que están al servicio del consumo y no de la producción, salvo el puerto de Lázaro Cárdenas; es una entidad de migrantes, una tierra históricamente vinculada al cultivo de la mariguana y hay municipios donde ni siquiera los presidentes municipales despachan en funciones, sino que viven y reciben en la ciudad de Morelia y todo lo hacen a control remoto, vía telefónica o con visitas esporádicas a los municipios que fueron electos para gobernar", agrega el investigador del Tec.

El Michoacán que estarán peleando en la contienda electoral Fausto Vallejo, del PRI; Luisa María Calderón, del PAN, y  Silvano Aureoles, del PRD, enfrenta rezagos de tiempo atrás. "La pobreza y la marginación en ese estado no es algo que se dio de la noche a la mañana: ha sido un proceso que se fue gestando por años", afirma Maritza Rosales Reyes, directora de Desarrollo Regional de la firma Aregional.

"Si a eso se le añade el problema de inseguridad, el estado tiene un panorama muy complicado en materia de competitividad, ya que los empresarios tienen miedo de invertir, se ven amenazados por extorsiones y eso afecta su competitividad", indica.

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De hecho, en el índice de Competitividad que publica la misma firma consultora, Michoacán se ubicó en el sitio 28 de 32 entidades federativas evaluadas. Rosales Reyes explica que esto se debe a que enfrenta rezagos importantes en diversas áreas como por ejemplo en materia de educación superior, bienestar social, bajo aprovechamiento escolar y una incidencia alta de pobreza multidimensional.

Aún más, la deuda en el estado ha crecido significativamente en los últimos años. En 2011, el Gobierno estatal reestructuró 4,500 millones de pesos de deuda de corto plazo para pasarla a más largo plazo, en mejores condiciones.

"Prácticamente el saldo de la deuda de Michoacán es de alrededor de 15,000 millones de pesos", resalta Carlos Garza, titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas (USEF) de la Secretaría de Hacienda.

Prácticamente 69.4% de las participaciones federales que recibe cada mes van a fideicomisos o a cuentas bancarias y "el hecho de que casi 70% llegue primero a los bancos es un referente del nivel de endeudamiento" de la entidad, menciona.

Por ejemplo, en octubre el estado recibió casi 1,000 millones de pesos en participaciones. Sin embargo, por adeudos fiscales no cumplidos con acreedores como el ISSSTE, FOVISSSTE, entre otros, se les descontaron alrededor de 420 millones de pesos.

Prácticamente se quedó con 580 millones de pesos ese mes, de los cuales 69.4% fue a los bancos y el resto al Gobierno estatal. "Y es el ingreso libre que tienen disponible y que no son recursos etiquetados como son los del Ramo 33; infraestructura, educación, todos esos van etiquetados, difícilmente tienen margen para moverte hacia algún tipo de eventualidad que pueda suscitarse", puntualiza el funcionario.

Asimismo, aclara que en la SHCP se lleva un registro de las obligaciones y empréstitos de las entidades federativas y los municipios que están obligados a registrar, "solo aquellas obligaciones que ponen en garantía, o como fuente de pago, las participaciones".

"Es libertad y soberanía de los estados el nivel de deuda que tomen. Nosotros no tenemos ningún mecanismo formal para impedir (mayor contratación de deuda), cancelar o no darles la libertad de contratarla. Nosotros lo registramos porque como hacemos el cálculo y el pago de las participaciones y necesitamos saber en el registro si están como garantía o como fuente de pago y notificarlo a la Tesorería de la Federación para que en su momento lo turne a los bancos o fideicomisos que se establezcan para el pago de dicho crédito", explica Garza.

Michoacán es una de las entidades más pobres del país, con tierra fértil que ha sido aprovechada para cultivos de droga. Su aportación al PIB nacional es de apenas 2.5%, que está sustentado por servicios comunales, sociales y personales, con 24.9% del total, y comercio, restaurantes y hoteles, con 17.2%.

El 54.7% de su población enfrenta una situación de pobreza, de la cual 42% se ubica en pobreza moderada y 12.7% en pobreza extrema, de acuerdo con los datos más recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

La población con al menos una carencia social representa 83.6% del total, y aquellos que enfrentan al menos tres carencias sociales alcanzan 37.8%. Un 72% de los habitantes de Michoacán tiene carencias de acceso a seguridad social; 39.3% a servicios de salud; 22.3% a calidad y espacios de vivienda, y 28.8% carencia por acceso a la alimentación.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ubica al estado de Michoacán dentro de la posición 25 del Índice de Competitividad 2010, 12% por debajo de la calificación promedio del país.

Su PIB per cápita es 35% menor que el promedio nacional: es decir, los michoacanos generan 38,347 pesos por persona. No obstante, la tasa de crecimiento del PIB per cápita (8.5%) fue mayor a la que presentaron las 32 entidades federativas.

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