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EU, en la recta final de los recortes

A días de que inicien los recortes al gasto en Estados Unidos, hay pocas expectativas de acuerdos; la financiación para numerosas agencias y programas federales sufrirá un recorte.
lun 25 febrero 2013 02:04 PM
El próximo viernes entrará en vigor una serie de recortes al gasto de Estados Unidos. (Foto: Getty Images)
recortes presupuesto EU

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La posibilidad de que el Congreso estadounidense impida los recortes automáticos de gastos antes de que entren en vigor este viernes es baja. Es más probable que los legisladores lleguen a un acuerdo para sustituir los recortes después de que éstos comiencen. Pero no se sabe cuándo.

La financiación para numerosas agencias y programas federales sufrirá un recorte, la mitad del cual afectará al Departamento de Defensa y la otra mitad a gastos no militares.

En términos generales, ambos partidos dicen que no quieren que los recortes arranquen como estaba previsto.

Sin embargo, no está claro cómo serían reemplazados los recortes, si es que se opta por ese camino.

Escenario 1 - La amenaza de una parálisis gubernamental presiona al Congreso a actuar: La medida actual que dota de financiamiento al gobierno expira el 27 de marzo. Conocida como una ‘resolución de continuidad', esa ley es independiente de la ley que ordena los recortes automáticos. En ella se establecen los niveles de gasto y autoriza al gobierno para seguir operando.

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Si los legisladores no se ponen pronto de acuerdo sobre nuevos niveles de financiamiento, el gobierno cesaría de operar el 28 de marzo y permanecerá inoperativo hasta que el Congreso llegue a un acuerdo.

La paralización del gobierno no favorecería a ninguno de los partidos. La mayoría de las oficinas y servicios gubernamentales tendrían que cerrar. La única excepción: los servicios considerados "esenciales", aquellos relativos a la seguridad de la vida humana y la protección de la propiedad. El dinero de los contribuyentes se desperdiciaría en el proceso, ya que cuesta dinero cerrar el gobierno y volver a reanudar actividades cuando el Congreso llegue a un acuerdo.

La urgencia de evitar una parálisis gubernamental podría espolear a los legisladores a convenir un reemplazo de los recortes automáticos de gastos como parte de un acuerdo definitivo.

Escenario 2 - Los legisladores siguen enfrentados por los recortes: La presión para evitar una parálisis del gobierno puede ser tan grande que el Congreso ataje esa amenaza antes siquiera de discutir los recortes de gastos.

Una posibilidad es que los republicanos de la Cámara rápidamente aprueben una resolución de continuidad por seis meses hasta el 30 de septiembre conforme los niveles actuales de financiación, que disminuirían una vez que arranque el llamado ‘secuestro de fondos'.

Los demócratas del Senado, no queriendo aparecer ante la opinión pública como los que arriesgan el cierre del gobierno, firman la resolución y deciden dejar para más tarde la lucha por un reemplazo a los recortes automáticos.

En ese caso, los grupos de interés incrementarían la presión sobre los legisladores una vez que el dolor de los recortes realmente empiece a hacerse sentir.

"El secuestro es un lento sangrado que empeora a medida que avanza," señala Sean West, director de política estadounidense para Eurasia Group.

De hecho, el dolor no será tan intenso en marzo como lo será en abril y en los meses subsiguientes.

Por ejemplo, aun cuando más de 2 millones de empleados federales pueden enfrentar suspensiones laborales sin goce de sueldo por un día o dos a la semana, esos permisos probablemente no comenzarán antes de abril.

Además, la oficina de presupuesto de la Casa Blanca podría instruir a algunas dependencias a posponer la aplicación de recortes por un período corto de tiempo.

El elefante en la habitación - Gasto contra impuestos: Por supuesto, no hay garantía de que los legisladores puedan salvar sus diferencias ideológicas en materia del gasto y los impuestos.

Los demócratas han propuesto sustituir los recortes automáticos de gastos con una combinación de aumentos impositivos y recortes de presupuesto. Los republicanos quieren sustituir los recortes en Defensa con más recortes en programas no vinculados a la Defensa, y se oponen a cualquier aumento en la recaudación.

West, experto de Eurasia Group, cree que las dos partes acordarán un paquete de reemplazo en abril. Éste puede incluir recortes obligatorios de gastos y aumentos de impuestos, pero de una naturaleza que ambas partes puedan tolerar.

Por ejemplo, el aumento de los ingresos podría provenir de aumentar las tarifas en lugar de las tasas de impuestos, y así ser más aceptable para los republicanos. Y los recortes obligatorios de gastos podrían no afectar las prestaciones de Medicare o del Seguro Social, sino más bien reducir otras partidas no asociadas a la salud - por ejemplo, mediante la reforma de los programas federales de jubilación, apunta West.

Pase lo que pase, hay que prepararnos para unas semanas largas y agitadas. O acaso meses.

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