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Hollande promete gran recorte de gastos

El Gobierno bajará el gasto en 65,000 millones de euros de 2014 a 2017, dijo el presidente francés; el mandatario también anunció reformas para reducir los impuestos a las empresas.
mar 14 enero 2014 06:23 PM
Hollande se había convertido en el presidente francés más impopular de los tiempos modernos. (Foto: Reuters)
francia hollande

El presidente francés, Francois Hollande, dijo este martes que su Gobierno recortaría los gastos públicos en 50,000 millones de euros (68,000 millones de dólares) en el periodo 2015-2017, más 15,000 millones este año, y agregó que reduciría la carga tributaria de las compañías. Los anuncios se realizan tras un discurso de Año Nuevo en el que el mandatario socialista dijo que aceleraría las reformas que buscan reducir el déficit público, reanimar el crecimiento y disminuir el nivel récord de desempleo en la segunda mayor economía de Europa.

"Este año ahorraremos 15,000 millones (de euros)", dijo Hollande en una rueda de prensa en el palacio presidencial. "Del 2015 al 2017, recortaremos 50,000 millones de euros más. Esto no se ha hecho nunca", sostuvo.

Los recortes deberían aplicarse a través de una revisión de todos los gastos públicos, incluyendo las operaciones de las autoridades locales, aunque el modelo de bienestar social de Francia sería preservado, indicó.

Artículo relacionado: Francia, entre el gasto y la austeridad

Hollande precisó que 18,000 millones de euros serían recortados en el 2015; 18,000 millones, en el 2016, y 17,000 millones, en el 2017, una leve aceleración en el ritmo fijado en planes presupuestarios previos, pero apenas la mitad de los 80,000 millones a 100,000 millones de euros en ahorro que según los economistas son necesarios en el país.

El déficit francés caerá a 3.6% del Producto Interno Bruto este año, y se espera que en el 2015 se ubique bajo el límite de 3% de la Unión Europea .

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Reformas y escándalos

Francois Hollande, que evadió preguntas sobre su supuesto romance con una actriz, también anunció reformas para aliviar la carga tributaria de las empresas, reducir los costos laborales y recortar el gasto público para reanimar una economía estancada.

También llamó a Francia y Alemania a armonizar la tributación corporativa y crear una empresa conjunta para ayudar a administrar la transición a energías renovables, siguiendo el modelo del exitoso fabricante de aviones europeo Airbus.

Con más de 500 periodistas repletando un salón del Palacio Eliseo para una conferencia de prensa, el jefe de Estado socialista, profundamente impopular entre los votantes, no mencionó la controversia sobre su vida privada en un discurso de introducción de 30 minutos.

Su pareja oficial, Valérie Trierweiler, ha estado hospitalizada desde el viernes después de que una revista del corazón publicó fotografías de lo que se dijo era Hollande con un casco de motocicleta visitando a la actriz Julie Gayet en citas nocturnas.

"Todo el mundo en su vida personal se enfrenta a juicios. Ese es nuestro caso", dijo Hollande cuando un reportero francés hizo una pregunta sobre el futuro de Trierweiler como primera dama.

"Estos son momentos dolorosos. Pero tengo un principio, y es que la vida personal debe tratarse en privado, respetando la intimidad de cada persona", declaró.

El líder francés agregó que no era "ni el lugar ni el momento para (tratar) esto" y afirmó que aclarará el asunto antes de una visita oficial a Estados Unidos el 9 de febrero, en la que Trierweiler debía acompañarlo.

El presidente dijo que prefirió no demandar a la revista Closer por invadir su privacidad porque como jefe de Estado él es inmune a las demandas y no quería crear un doble estándar.

Hollande no negó el romance con la actriz.

Los franceses suelen ser indulgentes con las indiscreciones sexuales de sus líderes y una encuesta de opinión el domingo arrojó que una gran mayoría dijo que el escándalo no cambiaba su visión de Hollande, quien tenía derecho a la privacidad en su vida personal.

Antes de la publicación, se había convertido en el presidente francés más impopular de los tiempos modernos, en gran parte debido a los aumentos de impuestos, la recesión y el elevado desempleo, además de una reputación de indeciso.

Hollande buscó borrar esa imagen y forjar la de un reformista social demócrata mientras detallaba la propuesta de un "pacto de responsabilidad" para reducir la carga tributaria y regulatoria sobre las compañías, a cambio de compromisos con la creación de empleos y fomento a la especialización.

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