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La economía de Estados Unidos se agrieta

Tras una recuperación destacada en 2014, los primeros meses han sido lentos en salarios y consumo; la desaceleración de economías extranjeras y el alza de tasas de la Fed también afectan el repunte.
mar 31 marzo 2015 06:03 AM
La inflación de los salarios se estaba elevando incluso antes del aumento de sueldo del presidente Barack Obama. (Foto: Getty Images)
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La economía de Estados Unidos está empezando a mostrar grietas después de cerrar 2014 con una fuerza tipo Superman.

El año pasado, el mercado laboral estadounidense tuvo su mejor año de crecimiento desde 1999, y la actividad económica llegó a una impresionante cifra de 5% en el tercer trimestre, el mejor desde 2003.

Tres meses después, la economía estadounidense luce un poco cansada.  Está perdiendo impulso en modos desconcertantes. La contratación sigue siendo fuerte, pero los expertos están empezando a reducir sus previsiones de crecimiento.

La presidenta de la Reserva Federal,  Janet Yellen, lo resumió así en un discurso el viernes: “Si las condiciones subyacentes verdaderamente hubieran vuelto a la normalidad, la economía debería estar en auge”.

Los economistas dicen que hay dos problemas principales: los salarios de los trabajadores no están creciendo mucho, o no lo están haciendo en absoluto. Como resultado, los estadounidenses no saldrán a gastar mucho dinero. Además de eso, muchas economías extranjeras se están desacelerando , lo cual ejerce presión sobre Estados Unidos.

La pregunta de cara al futuro es si el país está simplemente en un bache o está ocurriendo un cambio más grande.

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“El consumidor realmente no ha arrancado a toda velocidad hacia delante”, dijo Peter Cardillo, economista en jefe de mercados de Rockwell Global Capital. “Estamos pasando por un ligero bache”.

Cuando el reporte de empleo de marzo se publique este viernes, la interrogante económica estará bajo los reflectores.

Aún fuerte en empleo

Estados Unidos agregó más de medio millón de puestos de trabajo en los dos primeros meses de este año. Eso es un aumento del 50% respecto al mismo periodo de hace un año, cuando el Vórtice Polar provocó un bajón en gran parte de Estados Unidos.

La creación de empleo se ha producido a través de todos los sectores: el de salud, la construcción, de servicios y los negocios minoristas han experimentado un fuerte repunte. La tasa de desempleo ha bajado a 5.5%, su marca más baja en siete años.

Sería una historia con un avance a todo vapor en el empleo, excepto por una cosa: el crecimiento salarial.

Los salarios por hora sólo crecieron 2% en febrero. Eso es una alza marginal, pero es demasiado pequeña para que la mayoría de los estadounidenses noten el progreso de la recuperación. También está muy por debajo de la meta de la Fed de aproximadamente 3.5%.

Los salarios típicamente son la última vara de medición de la economía para avanzar en la dirección correcta. Algunos economistas dicen que hay un “rezago” de seis meses en el crecimiento de los salarios en comparación con la tasa de desempleo. En otras palabras, el crecimiento de los salarios que vemos ahora refleja la tasa de desempleo de septiembre (cuando era del 5.9%).

“Si creces al 2%, eso es crecimiento; pero desde luego no es un crecimiento que vaya a acelerar un cambio en los salarios”, dice Cardillo.

Los aumentos salariales del viernes son una medida de igual importancia. Está comenzando a ser un número tan importante como la tasa de desempleo, porque es un buen indicador de la confianza del consumidor.

Signos de deslizamiento: La gente no sale y gasta a menos que sienta confianza en el futuro. Había esperanzas de que la gasolina barata podría estimular a la gente a sentirse mejor acerca de la economía y sus bolsillos. Un galón de gasolina costaba 3.53 dólares hace un año. Ahora cuesta 2.42 dólares, según la AAA.

Pero mucha gente todavía se aferra a esos ahorros. Las ventas minoristas y la construcción de nuevas viviendas cayeron en febrero, incumpliendo las estimaciones. Las últimas cifras de fabricación también son más débiles de lo esperado. Todo esto podría ser sólo una desaceleración de invierno, pero está levantando banderas rojas.

“La mayor parte fue debido al tiempo inclemente que tuvimos... Yo creo que eso mantuvo en casa a una gran cantidad de compradores”, dice Bernard Baumohl, economista en jefe de Economic Outlook Group, una firma de investigación.

Baumohl ve la recuperación de la economía en el segundo trimestre; similar a la del año pasado. Pero los compradores e inversores están en un modo de “espera” en este momento. Las empresas también mantienen niveles récord de dinero en efectivo, una señal de que podrían no sentirse lo suficientemente confiadas como para gastar a lo grande tampoco.

Los analistas prevén que las ganancias de S&P 500 en el primer trimestre caigan 4.6% respecto al mismo trimestre del año pasado, según FactSet Research. Esa sería la primera baja de ganancias en alrededor de dos años. Eso tiene nerviosos a los inversores, razón por la cual el Dow es negativo en lo que va del año y el S&P 500 está plano.

Economía mundial, a paso lento

Si Estados Unidos es la liebre, el resto del mundo parece la tortuga en estos momentos.

Europa está comenzando a mover su economía  en la dirección correcta después de años de ir a un ritmo glacial. Japón sigue sumido en la deflación a medida que aumentan las preocupaciones de que su plan de estímulo no esté funcionando. Oh sí,  Grecia sigue siendo un problema y Yemen se enfrenta a una grave crisis.

Pero los peores sucesos desde el punto de vista económico son la desaceleración de China y la fortaleza del dólar. El crecimiento económico de China básicamente estaba rompiendo la barrera del sonido en los últimos años. Ahora simplemente mantiene una velocidad constante a una altitud más baja, lo cual significa que hay menos demanda de las exportaciones estadounidenses hacia China.

El dólar estadounidense está en su ascenso más rápido en 40 años, haciendo que los productos estadounidenses sean más caros que los extranjeros. Eso está muy bien para los viajeros estadounidenses, pero afecta a los principales empleadores estadounidenses como Microsoft y Caterpillar.

Toda la volatilidad externa está sacudiendo el mercado de valores de Estados Unidos. Añade a eso el dilema del dólar, el débil panorama de consumo y, además, los temores por las alzas de tasas de la Fed , y este año se perfila rápidamente como un paseo agitado en la montaña rusa.

“Todavía tenemos un largo camino por recorrer”, dice Laurence Ball, profesor de Economía de la Universidad Johns Hopkins.

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