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China, entre el dolor y la prosperidad

Las reformas económicas de Pekín han causado severas pérdidas de empleos en el sector manufacturero; no obstante, otros sectores de la población han salido de la pobreza gracias al cambio de política.
mar 22 marzo 2016 04:00 AM
Si la economía china sigue en desaceleración, 2016 será un año mediocre para la economía mundial, dicen la OCDE y el FMI. (Foto: (EFE) )
china fabricas (Foto: (EFE)

Durante casi 40 años, los comunistas chinos han estado relajando su control sobre la economía para hacer que la gente sea más rica.

El objetivo final, dijo el ex líder Deng Xiaoping en 1987, era lograr “un nivel medio de vida”. Ese ambicioso objetivo está ahora al alcance: China será “moderadamente próspera” en 2020, dice el presidente Xi Jinping.

Sin embargo, el último tramo de este ultramaratón podría ser el más difícil. El crecimiento es el más lento en 25 años, los niveles de deuda se han disparado, la degradación del medio ambiente es generalizada y la desigualdad de ingresos está aumentando.

“Ahora es el periodo más doloroso” para la economía china, dijo el fundador de Alibaba, Jack Ma, el fin de semana.

Millones de trabajadores chinos están perdiendo sus empleos  a medida que decae la industria pesada, y China afronta enormes costos para suavizar el golpe de su alejamiento de la manufactura y de su acercamiento hacia los servicios y el consumo.

Han existido muchos ganadores en el ascenso de China para convertirse en la segunda mayor economía del mundo, desde empresarios multimillonarios hasta los millones de personas que han salido de la pobreza y que ahora poseen dispositivos electrónicos occidentales, y también chinos.

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Pero la transición hacia un modelo económico basado en la tecnología y en la innovación, en lugar de en el antiguo libro de estrategias de inversión y exportaciones estatales, significa que muchos otros están perdiendo.

Las empresas estatales en expansión que dominaban la industria china son el primer blanco. Sus pérdidas son una enorme carga para las finanzas del país. La industria del acero, que emplea a cerca de 3.8 millones de personas, está operando a 67% de su capacidad; para ser rentable, esa tasa debe estar cerca de 85%.

Existe un exceso crónico de capacidad en muchos otros sectores como el carbón, el cemento, otros metales y el vidrio. Con la desaceleración del crecimiento en China y en todo el mundo, no hay una solución fácil.

El gobierno chino  dice que 1.8 millones de puestos de trabajo serán recortados solamente en los sectores del acero y el carbón. Y eso está muy lejos de ser suficiente, dicen los economistas de Societe Generale.

Ellos estiman que las reducciones de capacidad anunciadas hasta el momento son de solo el 10% de lo que se necesita en todo el sector industrial. Y eso significa que es probable que millones de empleos más desaparezcan.

El gobierno ha destinado cerca de 15,000 millones de dólares para reestructurar costos y para ayudar a aquellos que perdieron su empleo a encontrar trabajo. Esto podría ser solo una gota en el océano.

El impacto de la reducción puede verse en cinturón industrial de China: después de liderar el crecimiento económico durante una década, ahora es la parte más débil del país. Liaoning, una provincia del noreste, creció 3% el año pasado, menos de la mitad de la tasa nacional.

En Benxi, una ciudad acerera en la provincia, algunos están sin trabajo y otros se enfrentan a recortes salariales de 50%. Hay una actitud de aceptación sombría, pero también enojo de que el gobierno no esté haciendo más para ayudar. Muchos esperan que las cosas empeoren.

¿Seguirá Pekín recortando empleos? ¿Tiene las agallas suficientes para producir más dolor a corto plazo, a cambio de un crecimiento más sostenible en el largo plazo?

Muchos analistas dicen que el panorama económico es frágil. Y el primer ministro, Li Keqiang, ha reconocido que este año será crucial para realizar reformas estructurales.

Pero arrasar con una reestructuración a sectores que emplean a millones conlleva el riesgo de provocar agitación social, una línea roja que el Partido Comunista podría no querer cruzar.

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