El hilo negro para elevar la educación en América Latina ya existe
América Latina no tendría porqué inventar o innovar un sistema educativo eficiente que le haga perder el tiempo para desarrollar a su población y mejorar la economía de sus países, pues los sistemas eficientes ya existen, solo debería asesorarse para su aplicación, es una de las conclusiones a las que llegó un panel de expertos en el Foro Económico Mundial (WEF) en la región.
Latinoamérica en general ocupa los últimos lugares en pruebas de educación como PISA, que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pese a que destina amplios recursos fiscales y batalla con reformas que intentan elevar la calidad educativa.
“Parte del problema es que nos hemos enfocado demasiado en la innovación, yo argumento que la mayoría de las ideas para sistemas como el de Canadá o Finlandia ya existen (…) pregunten a los asesores qué ha funcionado”, dijo el profesor de prácticas de la educación de Harvard, Pasi Sahlberg.
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El académico destacó tres puntos en los que la región puede poner énfasis para mejorar el nivel escolar de los estudiantes, puntos que se han aplicado desde hace más de 30 años en sistemas como el de Finlandia, de donde Sahlberg es originario.
1.- Todos los sistemas educativos exitosos funcionan como uno, no se fragmentan en colegios privados, o Asociaciones Público Privadas o públicos.
2.- Todos estos sistemas coinciden en que la clave para mejorar el aprendizaje es enfocarse en la igualdad y equidad, asegurarse que todos los niños tengan la facilidad de acceder a educación y de encontrar los recursos para ello.
3.- A la profesión de profesor se le da el estatus que le corresponde, es de largo plazo y comparable con un abogado o ingeniero. A los jóvenes se les debe presentar esa profesión como atractiva, como una carrera con potencial de por vida. Y a los profesores otorgar los incentivos atractivos para desarrollarse, pues la mayor parte de las veces son incomprendidos.
Para el ministro de Educación de Argentina, Esteban Bullrich, la política es uno de los puntos que afectan la continuidad de buenas prácticas educativas.
“La política se nos atraviesa porque la educación es a largo plazo”, dijo Bullrich, a lo que Sahlberg respondió que en Finlandia se ha buscado la forma de que el gobernador entrante dé continuidad en el sistema educativo, pues sus resultados se ven en décadas.
Para esta tarea, el sector empresarial sugiere una colaboración estrecha con los gobiernos, que permita medir los resultados, eliminar corrupción y apoyar con recursos que eleven la calidad, pues se debe resolver el paradigma entre la educación y el aprendizaje, dijo el director ejecutivo para Hispanoamérica de Pearson PLC.
Para la OCDE en América Latina los niños reciben el equivalente a dos o tres años menos de educación que los países con los niveles más altos.
“Ponemos al sistema antes que al estudiante, no se invierte en apoyo a los profesores, esperamos que los niños se desempeñen bien sin ningún apoyo de nosotros”, dijo la directora del gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Gabriela Ramos.
Para los expertos uno de los elementos básicos, además de políticas de largo plazo es el que la importancia y el compromiso de la educación se adopte por todos los sectores, y principalmente en las bases.
“Si no educamos a todo el mundo la comunidad se desbarata, la comunidad debe ser más partícipe.”, dijo Sahlberg.
¿Y la tecnología?
“La tecnología no resolverá todos los problemas, no remplazará al profesor, pero en los primeros cuatro años si el profesor no está en saber usar la tecnología esto se pierde”, dijo Eduardo Bontempo, cuya empresa Geekie desarrolló una tecnología de aprendizaje que es utilizada por tres millones de estudiantes en Brasil.
El exanalista de Credit Suisse en Río de Janeiro destacó que los profesores no deben gastar su tiempo en la calificación de tareas, sino en desarrollar destrezas, en otorgar contexto, moderar el contenido y facilitar el proceso de aprendizaje.
Pero también es indispensable establecer sociedades publico privadas sin que ninguna quiera ser el héroe de la educación, sino que parte de las ganancias de las empresas se transfieran a la educación.
Los sindicatos
“Los sindicatos de maestros son muy difíciles de cambiar”, dijo Ramos al destacar que para hacerlos parte del cambio es indispensable definir qué se quiere de ellos y qué recompensas tienen los buenos profesores.