IEPS a refrescos aumenta ingresos del fisco y presiona gasto en salud
El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a la comida con alta densidad calórica, también llamada ‘comida chatarra’ y a las bebidas azucaradas ha resultado exitoso para las arcas de Hacienda, sin embargo, el abuso en el consumo de estos alimentos, que ha derivado en malos hábitos alimenticios entre los mexicanos presiona cada vez más a las finanzas del sector salud.
De 2014 a mayo de 2016 el IEPS por comida chatarra y refrescos sumó 85,899 millones de pesos (mdp). Tan solo en los primeros cinco meses de este año, el fisco ya recaudó el 43.34% de lo planeado para todo 2016 del impuesto a estos productos.
Si bien la carga ha ayudado a reducir la dependencia en los ingresos petroleros, las consecuencias de la obesidad y la diabetes se traducen en mayores costos para el sector de salud pública.
En 2016 el IMSS gastó 42,776 mdp para el tratamiento de la diabetes mellitus y según sus proyecciones, el gasto en enfermedades crónico-degenerativas crecerá en los próximos años a una tasa promedio anual de 4% real, hasta 193,287 mdp en 2050.
“Sí ha sido efectivo en reducir el consumo, el argumento es que no ha disminuido los índices de sobrepeso, pero este no se modifica en un solo año, sino en el mediano y largo plazo. Para que no fuera solo un impuesto recaudatorio, parte de los recursos que se obtienen tienen que destinarse a la prevención (del consumo y las enfermedades)”, dijo a Expansión el director de la Fundación Mídete, Luis Encarnación.
Recientemente algunos senadores y organizaciones civiles, presentaron una iniciativa a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para aumentar el IEPS a los refrescos y bebidas azucaradas de uno a dos pesos por litro, así como un punto de acuerdo para que la Auditoria Superior de la Federación investigue el destino y ejercicio de los recursos recaudados por este impuesto.
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Esto porque de acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de la Salud Pública el consumo de bebidas azucaradas cayó 6% en 2014 y 8% en 2015 tras la aplicación del IEPS, según calculos de un modelo que ajusta por tendencia de las bebidas en el tiempo (conteo de mes), estacionalidad (variables binarias para cada mes del año) y variables como el Indicador Global de la Actividad Económica.
“Si bien ha generado ingresos al fisco, hay una afectación a la industria en el sentido en que encarece el precio de estos bienes y que en un momento dado la justificación que se le había dado que era ampliar los programas de combate a la obesidad , habría que evaluar si esos objetivos se lograron”, dijo el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz.
Uno de los programas que se prometió impulsar cuando se aprobó el IEPS a las bebidas azucaradas fue el Programa Nacional de Bebederos Públicos, del cual a penas a finales de 2015 se aprobaron los lineamientos generales para su instalación en el ciclo escolar 2015-2016.
De acuerdo con el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa, en este ciclo se instalarán 11,000 bebederos y 40,000 al cierre de la administración para dotar de agua potable para consumo humano a las escuelas públicas de educación básica.