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El menor crecimiento complica a México la reducción de su deuda

La expansión económica esperada en los próximos años dificultará al gobierno reducir la presión en sus finanzas.
jue 25 agosto 2016 06:01 AM
Recorte
Recorte Ante un menor crecimiento el gobierno deberá ajustar aún más su presupuesto.

El espectro de una creciente deuda ronda las finanzas públicas de México ya que en los últimos años ha aumentado de forma constante.

Lo que preocupa a las agencias calificadoras es que el bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos años dificulte al gobierno reducir gradualmente su deuda. El escenario se complica por la potencial depreciación del peso y la difícil situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex).

La agencia calificadora Standard & Poor’s (S&P) siguió el martes pasado los pasos de Moody’s y recortó la perspectiva crediticia de México a “negativa” desde “estable”.

“Nuestras apreciaciones sobre la tendencia de crecimiento económico de México para los siguientes dos o cuatro años se han tornado más pesimistas que antes. Y las expectativas de un menor crecimiento han incrementado el riesgo de que la dinámica de deuda soberana empeore”, dijo en conferencia Joydeep Mukherji, director de calificaciones soberanas de América Latina y el Caribe en S&P.

Un menor crecimiento económico implica menores ingresos, lo que impide a su vez financiar el gasto, obligando al gobierno a ajustar todavía más el presupuesto. De acuerdo con las cifras de S&P la relación de deuda neta del gobierno respecto al PIB fue de 42% en 2015 y espera que se eleve a 45% en 2016 y a 47-48% entre 2018 y 2019.

S&P dijo que podría disminuir la nota “BBB+” de México en 24 meses si la deuda del gobierno aumenta por encima de sus expectativas en un ambiente de bajo crecimiento, débiles ingresos petroleros y un menor margen para reducir el gasto público.

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El analista de riesgo soberano de Moody’s, Jaime Reusche, comentó que dado que se esperan ingresos más débiles para 2017, en parte por la caída en los precios del petróleo, Hacienda tendrá que concentrarse en recortes al gasto, que para 2017 podrían representar un punto porcentual del PIB.

La calificadora Moody’s se mantiene atenta a la posición fiscal de México y en un lapso de 12 a 18 meses dirá si recorta o no la calificación del país, que se mantiene presionada en parte por la crisis financiera de Pemex, la cual ha llevado al gobierno a tomar más deuda para ayudar a la petrolera.

La calificación de Moody’s para México es de “A3”, uno de los grados de inversión más altos, que le otorgó tras la aprobación de las reformas estructurales.

“Lo que se está evaluando es la credibilidad de la consolidación fiscal, que las autoridades logren sus objetivos, como uno aspiraría de un soberano con calificación ‘A’”, dijo Reusche.

Por lo pronto, este año el gobierno, a pesar de que ha anunciado recortes al gasto y haber recibido recursos del Banco de México, apenas va a cumplir con sus metas de déficit, dijo a Expansión el economista en jefe de Barclays México, Marco Oviedo.

“Habría que ver en qué se ha invertido la deuda, un mal ejemplo es Pemex”, dijo Oviedo. “No todo ha sido productivo y por eso la reforma energética cobra importancia al hacer de Pemex más eficiente para que al final se tenga un retorno positivo de esos créditos”.

En lo que va del año el gobierno ha dedicado gran parte de la deuda a refinanciar pasivos anteriores a mejores condiciones financieras, de acuerdo con datos de Hacienda.

En la medida más amplia de la deuda, es decir, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, la tendencia alcista de las obligaciones financieras de México es contundente, en 2009 el Saldo representaba 34.3% del PIB y para este año Hacienda estima que llegue a un máximo de 50.5%.

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