Baja inversión condena al crecimiento de México

El PIB no rebasará el 2.5%, promedio de los últimos 20 años, mientras no aumente su inversión productiva, coinciden expertos.
Mala salud La inversión como proporción del PIB ha ido a la baja en los últimos años. (Foto: lionvision/Getty Images/iStockphoto)

Esta nota fue publicada en la edición 1200 de noviembre 1 de la revista Expansión.

La pregunta que se hacen millones de mexicanos desde hace años es : ¿está el país destinado a crecer 2.5%?

La expectativa de que el crecimiento sería de 5.2% en 2017

, el desbalance en las finanzas públicas y los recortes al gasto. Los nuevos cálculos del gobierno, analistas y organismos internacionales para ese año son menores a 3%.

Al parecer, crecer a 2.5% (el promedio anual de los últimos 20 años) es el nivel máximo al que puede hacerlo la economía con la capacidad productiva con la que cuenta. Ese nivel es lo que los economistas llaman PIB potencial, lo que puede crecer un país sin crear desequilibrios macroeconómicos como inflación o déficits.

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Una economía puede crecer arriba o abajo de su potencial, pero en ambos casos es una economía ineficiente. Lo ideal es que crezca al nivel del potencial. En el caso de México, no sólo crece menos que su PIB potencial, sino que este último ha caído en los últimos años y no hay señales de que pueda incrementarse.

Las crisis y las políticas expansivas han hecho que México se aleje del potencial.

Cálculos del director de Moody’s Analytics para América Latina, Alfredo Coutiño,

en 2012 a 2.2% para 2016. Según mediciones de Hacienda, cayó de 3.6% en 2008 a 2.8% para 2016 y 2.7% para 2017.

“La caída del potencial también tiene que ver con la tendencia de largo plazo del propio PIB, si éste no crece tanto, su tendencia disminuye. Es producto de la propia trayectoria de la economía en los últimos años”, dice el economista Jonathan Heath.

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Entre los factores que explican esa caída están la debilidad económica mundial y una menor capacidad productiva.

“México tiene una anemia de inversión productiva y eso es lo que explica por qué no ha crecido más de 2.5%”, dice Coutiño. No ha creado mayor capacidad productiva para crecer más, dice.

Las cifras son contundentes la inversión fija bruta, como porcentaje del PIB, ha ido a la baja. En el año 2000, fue de 21.5%, 23.2% en 2006 y 21.7% el segundo trimestre de 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El escenario para 2017 no cambia. El presupueto para el próximo año considera

en la inversión productiva del gobierno, 89% del total del ajuste al gasto programable.

Algo está claro para los economistas: mientras el país no acelere su inversión, la posibilidad de crecer a una tasa mayor, sin generar distorsiones, será limitada.

Por lo que para México pueda crecer a tasas de 5% tendrá que acelerar la inversión productiva.

“Pero no basta invertir, hay que esperar a que dé resultados, puedes comprar una maquinaria muy poderosa hoy, pero si no capacitas al empleado, esa maquinaria no va aumentar la producción. Necesitas invertir en formar la fuerza de trabajo”, dice Coutiño y aclara que la productividad no es un factor que genere crecimiento, es una consecuencia de la inversión.