Salario mínimo ¿una amenaza para la inflación?
El reciente anuncio para aumentar el salario mínimo ha generado temores de que se convierta en otro factor para acelerar la inflación, pero la evidencia en México ha mostrado que este tipo de incrementos benefician al mercado laboral sin afectar el nivel de precios.
Después de tres años de discusión entre académicos, sector empresarial y el gobierno federal para llevar al salario mínimo a por lo menos la línea de bienestar mínimo (canasta alimentaria más no alimentaria), a partir del 1 de enero de 2017, el salario mínimo general será de 80.04 pesos diarios.
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Con esto, el mínimo mensual será de unos 2,441.22 pesos, aún insuficiente para cubrir la línea de bienestar de 2,717.81 pesos , de acuerdo con las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) de octubre.
Estudios del investigador del Colegio de México (Colmex), Raymundo Campos, indican que, bajo el supuesto de que el aumento en el salario se dé en el sector formal y la mitad del informal, el efecto en la inflación sería de 0.7% y en caso extremo, que el aumento tenga un traspaso a los salarios más altos, el efecto sería de 1%.
“Un costo que se puede asumir en beneficio de la sociedad”, dice el investigador del Colmex, Gerardo Esquivel.
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En 2012, cuando el presidente Felipe Calderón unificó las zonas económicas en las que se dividía el país para el pago de los salarios, es decir la Zona B se homologó con la Zona A, y la C quedó sin cambios, el mercado laboral se vio beneficiado sin aumentos de inflación.
El salario mensual real creció en 4.2% para todos los trabajadores de la zona B. Mientras que el aumento para los trabajadores de menores ingresos de esa misma zona fue de 6.6%, según el estudio ‘El impacto del salario mínimo en los ingresos y el empleo en México’ de la CEPAL.
También arrojó que para las personas desempleadas, la probabilidad de transitar a un empleo formal creció en 3.8% y redujo en 5.1% la probabilidad de transitar hacia un empleo en la informalidad.
Luego del aumento, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens dijo que la recuperación del poder de compra de los trabajadores con menores ingresos no debe tener un impacto significativo en la inflación.
Pero el salario mínimo en México es tan bajo que por eso no tiene efectos indeseables en la inflación, dice Esquivel.
Mientras que en México el salario mínimo es de unos 120 dólares al mes en países como Colombia es de 203. Aunado a que, en México 7.85 millones de trabajadores ganan un salario mínimo, esto es, 15% de la población ocupada, según el INEGI.
Por lo pronto, las mayores presiones para la inflación se ven venir por la debilidad del peso frente al dólar, que tan solo en lo que va de 2016 acumula una caída de 15.66%.
Lo que en 2017 puede llevar a la inflación por arriba del 4%, cuando en 2015 cerró en 2.13%. Ante esto el consenso del mercado anticipa que el Banco de México continúe con el ciclo alcista de su tasa de interés referencial, para contener las presiones inflacionarias.