El impuesto que 'amargó' a refresqueras e impulsó una ONG
Ya se cumplieron tres años de haberse aprobado el impuesto a refrescos y la llamada comida 'chatarra', para disminuir su consumo entre los mexicanos. Fue una de las incluidas en la reforma fiscal de 2013, impulsada fuertemente por una alianza de asociaciones civiles.
Hasta ahora el saldo es positivo. A pesar de las diferentes estrategias de las empresas como lanzar presentaciones de menor tamaño para librarse del impuesto, en el caso del consumo de refrescos la reducción fue de cinco litros per cápita en 2014 y un litro en 2015, de acuerdo con Euromonitor International y The Lancet, una de las más presitigiadas revistas científicas.
“Los impuestos son una de las herramientas más efectivas para bajar el consumo , en México es muy bajo es de aproximadamnte 10% por litro, lo recomendable es que no sea de menos de 20%. El impuesto es una de las medidas que más les preocupa a las refresqueras”, dice Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
El gasto en enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, la cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, enfermedades hipertensivas, insuficiencia renal y neoplasias malignas, crecerá en los próximos años a una tasa promedio anual de 4% real hasta los 193,287 millones de pesos (mdp) en 2050, de acuerdo con proyecciones del IMSS.
La organización El Poder del Consumidor jugó un papel clave en la aprobación del impuesto, en un país en el que siete de cada 10 adultos sufre sobrepeso y obesidad, y la diabetes se ha convertido en una de las principales causas de muerte, derivado en parte de una mala alimentación alta en azúcares y/o grasas y poca actividad física.
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“Fue muy difícil por todo el juego de intereses. Enfrentamos censura y ataques en algunos medios de comunicación y un amplio cabildeo (por parte de las refresqueras) en el Congreso” dijo en entrevista Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
De su lado, dice Calvillo, estuvo la evidencia científica del daño que causan las bebidas azucaradas a la salud, además del hecho de que la Organización Mundial de la Salud, a través de la Organización Panamericana de la Salud, recomendó al gobierno mexicano la aprobación del impuesto.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2006 el sobrepeso y la obesidad en niños de cinco a 11 años había crecido cerca de 40%.
Para Hacienda en tanto, el impuesto ha sido redituable, de 2014 hasta octubre de 2016 el impuesto a refrescos y la comida ‘chatarra’ ha recaudado 102,833 millones de pesos (mdp).
El impuesto sigue el ejemplo de otros países como, Dinamarca, Finlandia, Francia y Hungría donde impuestos similares tuvieron éxito en reducir el consumo de ese tipo de alimentos y bebidas, dice la OCDE.
Ahora por el etiquetado
La causa de El Poder del Consumidor sigue en pie, si bien lograron la creación del impuesto a la chatarra y con esto Hacienda ha visto un alivio tributario, los recursos recaudados no se han utilizado en programas para aminorar el consumo de refrescos y comida chatarra, ni para combatir el sobre peso o la diabetes.
Además, dice Calvillo, el etiquetado de estas bebidas y alimentos es deficiente, por lo que proponen un etiqueta frontal que indique si el producto es bajo, medio o alto en azúcares y/o grasas, algo que ya es una realidad en países como Chile.
Esto además de regular la publicidad en los medios de comunicación, particularmente en la televisión.
* Este contenido es un extra del reportaje de portada de la más reciente edición de la revista Expansión en el que se nombró al 2016 como el año del Activismo Ciudadano y que está a la venta en Sanborns, Starbucks y Vips, así como en otros establecimientos cerrados. También puedes descargar la versión digital en App Store y Google Play .