El mayor temor de México en este momento no es Trump... es la gasolina
La policía enfrentó a una multitud en la Macroplaza de Monterrey el jueves.
Un hombre trata de calmar a los manifestantes reunidos en la Macroplaza.
Los manifestantes volcaron los vehículos de las televisoras Azteca y Televisa.
Los ataques también fueron contra otros medios de comunicación.
En el Estado de México, fue saqueada la tienda Chedraui de Aguadulce.
En Ecatepec, la policía resguarda una tienda un día después de ser saqueada.
En Monclova, el jueves, policías someten a una persona.
Miles de mexicanos están protestando, saqueando tiendas e incluso forzando a los Estados Unidos a cerrar temporalmente la frontera.
Pero su grito de guerra no es contra el presidente Donald Trump y sus amenazas contra México.
Ellos marchan contra fuertes aumentos en el precio de las gasolinas, conocido como 'gasolinazo', que entró en vigor a principios de enero.
"Lo que está haciendo Trump no nos sacude... el gasolinazo nos ocupa", dijo Fernando Mejía Ortiz, un pintor de Cabo San Lucas, que estaba de visita en la Ciudad de México con su esposa.
Como parte de un proceso de liberación de precios y recorte de subsidios, el gobierno mexicano estableció precios máximos que se tradujeron en incrementos de hasta 20%.
La medida ocasionó violentas protestas en el país, dejando al menos seis muertos y 1,500 detenidos.
Cientos de estaciones de servicio también se cerraron por temor a saqueos.
Los precios máximos se ajustarían nuevamente el pasado 3 de febrero, pero se suspendió el aumento después de las protestas y la reacción social.
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El gobierno mexicano decidió retrasar el segundo incremento para el 18 de febrero, citando la volatilidad de los precios internacionales de petróleo como una de las principales razones.
En diciembre, Ortiz utilizaba 520 pesos para pagar semanalmente la gasolina. Ahora paga 580 pesos.
"Puede parecer poco, pero con el tiempo lo notarás", dice Ortiz, quien gana 2,300 pesos semanales.
El fin de semana, mexicanos siguieron las protestas en la Ciudad de México y otras ciudades. En Tijuana, las protestas llegaron a tanto que las autoridades estadounidenses decidieron cerrar temporalmente la frontera.
Es un momento especialmente difícil para los mexicanos, debido a que el peso ha caído en valor a niveles sin precedentes . La moneda se redujo 11% desde que Donald Trump ganó la elección presidencial en Estados Unidos.
Las amenazas del republicano contra México han debilitado la moneda, y podrían dañar gravemente la economía de México, que distribuye el 80% de sus exportaciones al norte de la frontera.
Por otra parte, Trump podría perjudicar los puestos de trabajo en México, los salarios y también las remesas. Este domingo está programada una protesta masiva contra el mandatario estadounidense.
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Pero por el momento, los aumentos de precios de las gasolinas están golpeando carteras.
Aunque no se trata sólo de las gasolinas. Los precios de los alimentos se han incrementado como consecuencia de los aumentos de precios de las gasolinas, ya que empresas cobran más para el transporte de alimentos y bienes.
Medios locales informaron en enero que los precios de los alimentos han aumentado en 17 de los 31 estados del país, con los precios de los huevos subiendo casi 16%.
Javier Ramos, abogado, dice que está reduciendo gastos, incluso compra menos pollo debido a los precios altos de la gasolina.
Para alimentar a su familia de cinco miembros, él solía comprar un kilo de pollo. Ahora está llevando a casa alrededor de 750 gramos.
"Estamos más preocupados por el gasolinazo porque duele el bolsillo en este momento", dice Ramos, de 33 años.
Ramos dice que no es que no está preocupado por Trump y lo que significa para el futuro de México. Pero en este momento, los precios de la gasolina se han convertido en una parte central de la conversación en la mesa de su casa, más que el nuevo presidente de Estados Unidos.
Además de manejar su Mazda para llegar a su trabajo todos los días, Ramos utiliza mucho Uber. Un paseo en este sistema de transporte en diciembre le costó 80 pesos, ahora el mismo viaje le cuesta 110 pesos, por lo que también ha recortado el uso de la aplicación.
Y la vida no es fácil para conductores Uber como Juan Manuel Estrada, residente de toda la vida de la Ciudad de México.
Él solía pagar entre 1,400 y 1,500 pesos a la semana por gasolina. Ahora le cuesta 2,200 pesos.
Estrada, de 62 años y felizmente casado, con tres hijos adultos y dos nietos, gana alrededor de 4,000 pesos a la semana como chofer. Es su único ingreso.
"Mira, en este momento, como mexicano de la Ciudad de México, el precio de la gasolina es más preocupante que Trump. Todo está aumentando para comer, para comprar ropa. Es más caro", dice.