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La economía de Estados Unidos se muestra lenta en la #EraTrump

El gobierno de Trump no es realmente responsable del lento crecimiento todavía. La razón: muchas de sus políticas no se han convertido en ley.
vie 28 abril 2017 05:00 AM
Trump billetes
Las propuestas de Trump Al menos hasta el próximo año es cuando se verá si las propuestas económicas de Donald Trump favorecerán el crecimiento económico de Estados Unidos. (Foto: Foto: iStock: imagedepotpro/Fotoarte: Vania de Jesús)

La economía, bajo el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, no está teniendo un inicio explosivo.

Todo indica que la economía está comenzando 2017 con más del mismo crecimiento lento que experimentó Estados Unidos durante el término del presidente Barack Obama. Pero como sucedió con los últimos años de la presidencia de Obama, hay razones para ser optimistas sobre el estado actual de la economía bajo el mando de Trump .

El gobierno publicará el primer informe de crecimiento económico de la era Trump este viernes.

La Reserva Federal de Atlanta pronostica un crecimiento anual de 0.5% en los primeros tres meses del año; los economistas privados prevén 1.1%.

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El gobierno de Trump no es realmente responsable del lento crecimiento todavía. La razón: muchas de sus políticas no se han convertido en ley, y ninguna de ellas ha tenido tiempo suficiente para penetrar en la economía.

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“Lo que ocurrió en el primer trimestre del año está totalmente más allá del crédito o la culpa del gobierno de Trump o del Congreso 115”, dice Joseph Brusuelas, economista en jefe de RSM, una firma de contabilidad. “Eso será una historia para el 2018”.

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Las propuestas de Trump —desde recortes de impuestos hasta gastos de infraestructura— probablemente no tendrán un impacto en la economía hasta el próximo año si es que son aprobadas en el Congreso. Eso es una gran incógnita también.

Pero la cifra del viernes ilustrará la difícil cuesta arriba que Trump tiene por delante. Prometió un crecimiento anual del 4%. La Fed prevé un crecimiento del 2% para los próximos años.

El crecimiento económico de Estados Unidos ha sido glacial desde que la Gran Recesión terminó en 2009, al promediar alrededor de 2% al año desde 2010. A finales de los 90, el crecimiento anual alcanzó un fuerte 4% al año.

Muchos factores han frenado el crecimiento de Estados Unidos durante ese tiempo. Por mencionar algunos cuantos: una economía global débil, un dólar fuerte que perjudicó el comercio de Estados Unidos, y los estadounidenses que se han vuelto demasiado vacilantes para gastar después de una recesión que dejó cicatrices.

Una gran diferencia en lo que va del año es que el optimismo de los estadounidenses sobre el futuro de la economía ha mejorado dramáticamente. La confianza —desde los consumidores hasta los grandes negocios— se ha disparado, en parte debido a la esperanza que sustenta las políticas de Trump.

Pero hasta ahora no hay evidencia de que eso esté conduciendo a un gasto real. El gasto del consumidor, el verdadero motor del crecimiento, ha sido lento en lo que va del año.

Algunos dicen que es una llamada de atención después de las elecciones.

“Lo que estamos viendo en este primer trimestre es el comienzo de cierto escepticismo genuino de que todo ese optimismo fue exagerado”, dice Bernard Baumohl, economista en jefe del Economic Outlook Group, una firma de investigación.

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El problema no es tanto que las cosas empeoren. Los expertos insisten en que la economía de Estados Unidos está en buena forma: el desempleo es bajo, en 4.5%. El crecimiento del empleo es sólido. Los precios de la gasolina son bajos. El crecimiento de los salarios ha aumentado. Los riesgos económicos mundiales son bajos por ahora también, lo que también ayuda a impulsar la confianza empresarial.

La cuestión es si la Casa Blanca y el Congreso controlados por el partido republicano pueden aprobar rápidamente nuevas reformas económicas este año que realmente impulsarán a la economía para salir de esta fase de crecimiento lento.

“Eso parece poco probable ahora”, agrega Bauhmohl. “Hay una corriente de preocupación real de que Washington todavía está roto”.

Una de las propuestas de Trump, el gasto en infraestructura, podría proporcionar a Estados Unidos la inyección de energía que necesita.

Las nuevas infraestructuras —que mejorarían las carreteras, puentes y vías ferroviarias de Estados Unidos— crearían empleos de construcción y ayudarían a otros trabajadores (por ejemplo, a los que hacen trayectos a sus trabajos) a pasar del punto A al punto B más rápidamente. Menos tiempo viajando significa más tiempo en el trabajo o en casa: tiempo más productivo.

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Pero un proyecto de ley de infraestructura de Trump y de los republicanos en el Congreso no está en el horizonte este año. La revocación de Obamacare, la renegociación del TLCAN y el recorte de impuestos son prioridades para 2017.

Así que al menos en el inicio de la era Trump, el crecimiento económico parece ser más de lo mismo. Es importante recordar que la cifra del primer trimestre es notoriamente baja y, a menudo, es revisada un poco.

Y hay que considerar que, en general, Estados Unidos está en una buena forma.

“La economía está muy bien”, dijo Paul Ashworth, economista en jefe de Capital Economics, una firma de investigación. “No creo que haya preocupaciones serias sobre la economía estadounidense”.

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