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Trump quiere revivir una ley bancaria de 1933. ¿Para qué?

El presidente estadounidense busca reinstaurar la norma bancaria originada en la era de la Gran Depresión, ¿pero qué significa esto para la banca moderna?
mié 10 mayo 2017 07:49 AM
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Apuesta La Ley Glass-Steagall original de 1933 prohibía a los bancos tradicionales hacer también el trabajo más arriesgado de los bancos de inversión. (Foto: CARLO ALLEGRI/REUTERS)

Casi 20 años después de que el Congreso la eliminó, la ley Glass-Steagall está reapareciendo en la era Trump. Pero hay un problema: nadie sabe cómo debería ser un resurgimiento de la ley bancaria de la era de la Gran Depresión.

La Ley Glass-Steagall original de 1933 prohibía a los bancos tradicionales hacer también el trabajo más arriesgado de los bancos de inversión. El Congreso derogó la ley Glass-Steagall en 1999, abriendo el camino para la creación de gigantes bancarios como JPMorgan Chase, Bank of America y Citigroup.

Todos ellos tienen una gran presencia entre el público en general, lo cual les permite tomar depósitos. Al mismo tiempo, participan en actividades de Wall Street como la venta de acciones y bonos a los inversores.

Las peticiones para que la ley sea reinstaurada alcanzaron un estado de agitación extrema después de la crisis financiera de 2008. Ese impulso ha regresado bajo el gobierno del presidente Donald Trump. La plataforma del Partido Republicano de 2016 pidió explícitamente el regreso de la ley Glass-Steagall.

Pero hay mucha confusión sobre lo que eso significa porque hay varias propuestas flotando alrededor, incluyendo una del Senado y de un regulador bancario.

Apenas la semana pasada se le preguntó a Trump si apoyaba la división de los bancos. “Algunas personas... quieren volver al viejo sistema, ¿verdad?, así que vamos a ver eso”, dijo Trump sin explicarlo.

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Al ser cuestionado acerca de esos comentarios, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, no hizo mención alguna a dividir los bancos. Simplemente dijo a los reporteros que Trump está “observando una Glass-Steagall del siglo XXI”.

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'Nada en común'

Recientes declaraciones de los funcionarios de Trump muestran que el nombre de Glass-Steagall significa cosas diferentes para diferentes personas.

“Todos ellos usan las palabras 'Glass-Steagall', pero no tienen nada en común, estamos hablando de un pez, un pájaro y un reptil”, dijo Margaret Tahyar, socia de Davis Polk, que representa a grandes bancos.

Además de los comentarios de la Casa Blanca, existe un proyecto de ley “21st Century Glass-Steagall” que fue reintroducido el mes pasado por los senadores Elizabeth Warren y John McCain. El proyecto de ley adoptaría un enfoque agresivo para evitar que los bancos actúen como prestamistas comerciales y bancos de inversión.

Una tercera propuesta fue presentada en marzo por el vicepresidente de la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC, pos sus siglas en inglés), Thomas Hoenig, un admirador de la Ley Glass-Steagall. Hoenig propuso que los grandes bancos reformen sus estructuras internas para hacerlos menos riesgosos para el sistema.

“La Ley Glass-Steagall del siglo 21 se ha convertido en un test de Rorschach, y diferentes personas están arrojando diferentes significados acerca de ella”, dijo Tahyar.

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Solo una 'frase pegadiza'

Cada una de esas ideas podría conducir a resultados muy diferentes, especialmente en términos de si los bancos más grandes serían realmente divididos.

“No sabemos qué es una Glass Steagall del siglo XXI. Eso es usado como una frase pegadiza”, dijo Trent Reasons, exfuncionario de alto rango del Departamento del Tesoro, quien ahora es director asociado del Boston Consulting Group.

Incluso los grandes ejecutivos bancarios parecen inseguros.

Al preguntársele sobre los méritos de traer de vuelta la Ley Glass-Steagall, el presidente ejecutivo de Wells Fargo, Tim Sloan, dijo recientemente a Poppy Harlow de CNN: “Cuando la gente usa esa frase hoy en día, creo que quieren decir muchas cosas distintas”.

Pero Sloan dijo que si eso significa un impulso para “dividir a los grandes bancos”, eso sería un “error”.

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Los funcionarios de Trump arrojan pistas

Los altos funcionarios económicos de Trump no han sido explícitos sobre lo que significa una Ley Glass-Steagall del siglo XXI. Pero han dejado pistas que sugieren que es algo mucho más relajado que los enfoques de Hoenig y Warren-McCain.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo al Senado que una “línea rígida” entre la banca comercial y la de inversión podría dañar la actividad crediticia y los mercados de capitales que “respaldan una economía robusta”.

Gary Cohn, ex presidente de Goldman Sachs, quien ahora es el principal asesor económico de Trump, dijo recientemente a Bloomberg que una “Glass Steagall moderna del siglo XXI” podría permitir a Estados Unidos “adaptar la regulación” de manera que eleve los préstamos.

Isaac Boltansky, director de investigación de políticas en Compass Point Research & Trading, dijo que él “sospecha altamente” de los comentarios de Trump sobre una Glass-Steagall del siglo XXI.

“No veo a Donald Trump venir aquí como Teddy (Roosevelt) y convertirse en un nombre que inspira confianza”, dijo Boltansky.

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Enfoque agresivo de Warren-McCain

En comparación, el proyecto de ley Warren-McCain parece más de un intento de traer de vuelta la Ley Glass-Steagall original.

La propuesta prohíbe explícitamente a los bancos que usan el seguro de depósito federal controlar o estar afiliados con entidades que negocian acciones y bonos. El proyecto de ley también dice que las personas que trabajan en entidades de valores no pueden trabajar en instituciones depositarias aseguradoras.

Tahyar, el abogado que representa a grandes bancos, argumenta que el proyecto de ley va demasiado lejos.

“Warren-McCain no es un regreso a 1933”, dijo, “es un retorno a la última parte del siglo XIX”.

Hoenig quiere cercas más altas

Hoenig de la FDIC se ubica en un punto medio. Pide que los bancos más grandes agreguen más capital para absorber pérdidas y “dividir sus actividades de banca comercial y de inversión”, en lugar de separarlas en dos bancos.

Los bancos ya están obligados a “poner una cerca de protección" entre su banca tradicional y su banca de inversión, pero la propuesta de Hoenig se trata de “hacer la cerca más alta, más amplia y más ancha”, dijo Tahyar.

Por supuesto, si esas vallas son lo suficientemente altas, algunos bancos podrían verse obligados a reinventar completamente sus modelos de negocio.

No importa el significado detrás de las variadas propuestas, la conversación sobre la Ley Glass-Steagall no va a desaparecer en el corto plazo.

“La Ley Glass-Steagall tiene un enorme poder político”, dijo Boltansky, de Compass Point. “Es uno de los temas en los que se ve un acuerdo en principios de la extrema izquierda y la extrema derecha”.

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