Los chinos lucran con el cobalto de este país africano
Aunque en Londres el cobalto alcanza a 82,000 dólares la tonelada, los mineros artesanales de la República Democrática del Congo (RDC) apenas lo venden por 7,000, en un mercado local dominado por los negociantes chinos.
El país africano produjo en 2017 dos tercios de este metal raro, que se usa en la fabricación de teléfonos móviles y baterías para coches eléctricos, una actividad en gran parte en manos chinas.
Es el caso de las pequeños establecimientos de compraventa, en su mayoría chinos, que proliferan alrededor de la ciudad minera de Kolwezi, en el sureste del país.
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Aquí el precio del cobalto acabado de ser extraído de la mina, todavía en forma "heterogénea" (es decir mezclado con cobre) llega como máximo a los 7,000 dólares la tonelada.
"3%=500 dólares", "15%=7,000 dólares", reza uno de los carteles escritos a mano, en referencia al porcentaje de cobalto y al precio por tonelada. El porcentaje lo determina el comprador usando un aparato llamado "Metorex".
"Los precios del cobalto al 5% han aumentado de 1,000 a 1,050 dólares la tonelada en lo que va de año", explica David, un "excavador", como les llaman aquí, que confiesa sin embargo que no sabía que los precios se han disparado en el mercado de metales de Londres.
Los mineros artesanales solo representan una pequeña parte de la producción de cobalto en la RDC, entre un 14% y un 16% de las 80,800 toneladas producidas en 2017, según datos de la firma londinense Darton Commodities.
Los negociantes chinos, en algunos casos indios, compran luego el mineral en bruto y lo venden a plantas industriales esparcidas por el país, donde se le aplica una primera transformación.
Aunque esta primera transformación se lleva a cabo en territorio congoleño, las plantas son principalmente extranjeras, propiedad de Glencore (uno de los gigantes del sector, con sede en Suiza), China Molybdenum-TFM y CDM (dos compañías chinas) o de Chemical of Africa (Chemaf, gestionada por un accionista indio).
En 2016, China Molybdenum —el segundo productor de RDC por detrás de Glencore— compró por 2,650 millones de dólares el 56% del enorme yacimiento de Tenke y Fungurume (TFM), que ocupa 1,600 kilómetros cuadrados en las verdes colinas entre Kolwezi y Lubumbashi.
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El primer tratamiento industrial permite obtener un producto intermedio, con distintos porcentajes de contenido en cobalto. "Nuestro cobalto en estado hidróxido [con entre un 20% y un 40% de mineral] se vende al 70% del precio del mercado de metales de Londres", explica un ingeniero de Chemaf.
Frente a esta planta, camiones con matrícula de Tanzania esperan para cargar 26 toneladas de cobalto y llevarlas hacia el puerto de Dar es Salaam, la capital de este país fronterizo, desde donde parten muchas veces en dirección a China.
"La RDC no exporta productos acabados, listos para que puedan utilizarlos Apple, Samsung o los grandes usuarios de baterías del mundo. Exportamos un producto minero todavía en estado de tratamiento", recuerda el economista y activistas congoleño Florent Musha.
Desde el puerto de Dar es Salaam o desde el de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, la producción congoleña parte en un 80% hacia China, donde una decena de plantas de refinado, entre ellas las del líder mundial, Huayou, lo dejan listo para la venta.
"La producción de cobalto refinado ha aumentado un 20% en China. Sus 62,800 toneladas representan un 60% de la oferta mundial" indica Darton Commodities.
Pero según Musha "aunque suban los precios, el producto minero actual [no refinado] no beneficia plenamente a la economía congoleña".