Las 2 grandes dudas de los aranceles de Trump
Los aranceles al acero y aluminio del presidente Trump hacen surgir dos grandes dudas.
¿Son legales? ¿Cambiará algo si no lo son?
La primera pregunta es un tanto impredecible. La administración Trump podría haber contestado la segunda.
Los economistas no están seguros sobre si las tarifas son legales. Por un lado, nadie sabe aún cómo serán aplicadas.
Canadá y México ya obtuvieron exenciones, si bien Trump ha dado a entender que las cancelará si las renegociaciones del TLCAN no progresan pronto. Trump también ha dejado abierta la posibilidad de que otras naciones obtengan exenciones.
"Simplemente existe demasiada incertidumbre”, dijo Paul Ashworth, economista en jefe de EU de Capital Economics, una firma de investigación.
Los países pueden desafiar los aranceles de otras naciones a través de un panel de jueces de la Organización Mundial del Comercio en Suiza.
En 2003, la OMC determinó que los aranceles sobre el acero impuestos por el presidente George W. Bush eran ilegales. Bush argumentó que las importaciones dañaban a los fabricantes estadounidenses. La OMC determinó que la administración Bush no había proporcionado suficiente evidencia para comprobarlo.
Técnicamente, Trump no tendría que eliminar los aranceles si la OMC los declara ilegales. Pero la sentencia implicaría que Estados Unidos no tendría protección por parte de la OMC si otros países imponen sus propias tarifas represalia.
Una cláusula de la OMC permite que los países apliquen aranceles si su seguridad nacional está en riesgo. Trump dice que los aranceles al acero y aluminio cumplen con ese estándar pues Estados Unidos ha perdido demasiados empleos de manufactura: 4.6 millones tan solo desde el año 2000.
Muchos economistas y propietarios de negocios cuestionan el argumento de la administración Trump de que el acero y aluminio fabricado en el extranjero, que se usa en automóviles fabricados en Estados Unidos, electrodomésticos y latas de cervezas, son un riesgo para la seguridad nacional.
"Esto sin duda empujaría los límites al respecto”, dijo Robert Scott, experto en comercio del Instituto de Políticas Económicas. Pero Scott señala que “la OMC realmente no puede forzarte a cambiar tu política comercial”.
Un portavoz de la OMC dijo que la organización nunca ha legislado sobre un caso que involucre la seguridad nacional. Algunos países han presentado quejas sobre los aranceles por seguridad nacional, pero o se desestimaron los aranceles, o los casos nunca procedieron. Y ninguna de esas disputas eran sobre aranceles tan significativos como los propuestos por Trump.
El portavoz también dijo que la OMC ha alineado algunas preocupaciones informales de países con respecto a los aranceles de Trump, pero ninguna queja formal. Los aranceles entran en vigor en dos semanas.
Los casos de la corte de la OMC típicamente toman cerca de 18 meses en resolverse. Incluso si el panel de la OMC determina después de ese momento que los aranceles de Trump son ilegales, funcionarios de la administración Trump señalaron el año pasado que podrían no darle mucha importancia.
En la Agenda de Políticas Comerciales de 2017 de la administración, la oficina del representante comercial de EU, parte de la Casa Blanca, dijo que una sentencia de la OMC en contra de Estados Unidos no “derivaría automáticamente en un cambio en las leyes o prácticas de EU”.
El representante comercial de Estados Unidos se rehusó a hacer comentarios para este artículo.