Las víctimas de la 'guerra comercial' entre EU y China son las empresas
Los aranceles del presidente Donald Trump sobre los productos chinos tienen la intención de ayudar a las empresas estadounidenses que se han visto afectadas por las políticas industriales de Beijing.
Pero a corto plazo, al menos, muchas empresas estadounidenses pueden ser las que sientan dolor.
Los acuerdos están en el limbo. Las empresas dicen que los suministros básicos que necesitan para fabricar productos podrían subir de precio. Y las corporaciones multinacionales se preocupan por su capacidad futura de hacer negocios en China: un mercado masivo.
El viernes, la administración Trump dijo que impondrá un arancel de 25% sobre 50,000 millones de dólares de las exportaciones chinas. China tomó represalias casi de inmediato y dijo que Estados Unidos había "iniciado una guerra comercial".
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Las tarifas de Trump, que según el gobierno de EU son un castigo por el robo de propiedad intelectual, se promulgarán en dos oleadas. Más de 800 exportaciones, alrededor de 34,000 millones de dólares, estarán sujetas a aranceles a partir del 6 de julio. Otras 280 más o menos todavía necesitan someterse a un período de comentarios públicos , y entrarán en vigor más tarde.
China dijo que respondería con aranceles en represalia sobre productos estadounidenses por valor de 34,000 millones de dólares, incluidos productos agrícolas, automóviles y productos del mar. Estos aranceles también se promulgarán el 6 de julio.
Los anuncios hicieron que las empresas y grupos de la industria buscaran con desesperación si los artículos en sus cadenas de suministro se verían comprometidos, y cómo los costos más altos derivados de las tarifas podrían afectar sus finanzas. Una amplia gama de empresas podría verse afectada, desde fabricantes de chips hasta gigantes de la aviación como Boeing.
Fabricantes de chips en problemas
La Asociación de la Industria de Semiconductores, que representa a los principales fabricantes de chips estadounidenses, incluidos Intel y Qualcomm, dijo que estaba alarmada al descubrir que el gobierno de Estados Unidos estaba considerando aranceles sobre los chips de computadora importados de China.
Las empresas de EU a menudo envían la mayoría de los chips terminados a China para su ensamblaje, prueba y empaque. Estos podrían enfrentarse a aranceles cuando sean enviados de regreso al país.
"Mientras que la industria de semiconductores de Estados Unidos comparte las preocupaciones de la administración Trump sobre la transferencia forzosa de tecnología y las prácticas de propiedad intelectual de China, la imposición propuesta de aranceles a los semiconductores de China, la mayoría de los cuales son investigados, diseñados y fabricados en Estados Unidos, es contraproducente", dijo el grupo en un comunicado.
Qualcomm, con sede en San Diego, también necesita la aprobación de China para su compra de NXP Semiconductors, una compañía holandesa por 44,000 millones de dólares.
El acuerdo, anunciado por primera vez en octubre de 2016, se suspendió durante meses en medio de conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Qualcomm ya tiene luz verde de los reguladores en otras ocho jurisdicciones, incluidas la Unión Europea y Corea del Sur, y está esperando a Beijing.
Según Paul Triolo, que se especializa en política de tecnología global en Eurasia Group, es probable que el acuerdo se atasque en el control regulatorio por más tiempo.
La aprobación de la fusión se ha relacionado con la ayuda estadounidense para ZTE, el fabricante chino de equipos de telecomunicaciones y teléfonos que quedó paralizado por una prohibición de exportación emitida a principios de esta primavera.
La administración Trump llegó a un acuerdo con ZTE a principios de este mes, pero el trato para salvar a la empresa se ha enfrentado a la resistencia de los legisladores en el Congreso, quienes argumentan que la prohibición debería mantenerse porque ZTE representa una amenaza para la seguridad.
"Todavía hay un deseo en ambos lados de eliminar tanto a ZTE como a Qualcomm de la ecuación de por sí compleja, pero las presiones políticas en ambos lados y una seria escalada en espiral en la relación podrían generar problemas para ambos acuerdos," dijo Triolo.
Multinacionales 'bajo advertencia'
Otras compañías multinacionales que hacen muchos negocios en China también podrían quedar atrapadas en la mira de la lucha comercial.
Las acciones en Boeing cerraron un 1% abajo el viernes, mientras que Caterpillar terminó el día un 2% abajo.
Boeing es el mayor exportador del país, y China es un mercado crítico para la compañía. Según dijo en septiembre pasado, se espera que China gaste casi 1.1 billones de dólares en los próximos 20 años por la adquisición de más de 7,200 aviones nuevos.
China ha amenazado anteriormente con comprar aviones Airbus en lugar de aviones Boeing si Estados Unidos se comporta de manera inaceptable con respecto al comercio. Boeing no respondió a una solicitud de comentarios.
Hasta ahora, las empresas con negocios en China han mantenido en su mayoría un perfil bajo, con la esperanza de que Estados Unidos y China lleguen a un acuerdo, según Samm Sacks, investigador principal del Programa de Política Tecnológica del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
"Las empresas multinacionales [han estado] haciendo todo lo posible para no asomarse y esperar a que pase la tormenta", dijo Sacks.
Ahora que la tormenta ha golpeado, las compañías deberían tener mucho cuidado, especialmente cuando se trata de cumplir con las regulaciones chinas, agregó, y señaló que Beijing podría castigar a una compañía errante para enviar un mensaje a Washington.
La situación podría empeorar para la comunidad empresarial antes de mostrar mejorías.
La Casa Blanca ha dicho que anunciará restricciones a la inversión china en Estados Unidos antes del 30 de junio. Hasta ahora, los detalles han sido escasos, pero el mundo empresarial estadounidense se vería sacudido por los cambios en el régimen de inversión de Estados Unidos que podrían limitar el capital extranjero.
"Estas restricciones han atraído tanta atención como las tarifas, pero son serias y probablemente una parte más duradera del rechazo de Estados Unidos a China", dijo Michael Hirson, jefe de la unidad china del Grupo Eurasia, en una nota a los clientes. "Beijing los tratará en serio".
Las compañías estadounidenses que operan en China ya han "notado que las cosas van a empeorar mucho desde una perspectiva normativa y política", agregó Triolo.
Talib Visram de CNNMoney contribuyó a este reportaje.