El proteccionismo amenaza a la economía global
El proteccionismo se observa como la principal amenaza para la economía, al punto de generar una desaceleración e incluso una recesión a nivel mundial, advirtió el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) en su Reporte Económico Global 2018.
El proteccionismo es uno de los factores de incertidumbre que pueden frenar la actual expansión económica a nivel global, señaló Agustín Carstens, gerente general del organismo durante la presentación del documento.
“Una nueva escalada de medidas proteccionistas puede mermar el sistema multilateral de comercio abierto, el cual ha sentado las bases para la mejora de las condiciones de vida de todo el mundo”, dijo el ex banquero central mexicano.
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La tendencia proteccionista alrededor del mundo ha sido desatada por el gobierno de Estados Unidos , a cargo de Donald Trump, a partir del cobro de aranceles a los envíos de mercancías de sus principales socios comerciales, China, Unión Europea, México y Canadá, con el objetivo de reducir su déficit comercial, que a su vez han respondido con medidas similares en represalia.
Existen indicios de que el aumento de las presiones proteccionistas han perjudicado la inversión.
nullLos riesgos de un menor crecimiento económico se han materializado por las tensiones financieras en algunas economías emergentes, y en las que ya se están registrando salidas de inversión de cartera, agregó el documento.
Además, su efecto en el comportamiento del tipo de cambio representa fuertes presiones para la inflación , agregó Carstens desde Basilea, Suiza, sede del también conocido ‘banco de bancos’.
Por lo anterior, una de las recomendaciones del BIS es que los países se enfoquen en acciones que garanticen el crecimiento en el largo plazo, pues hasta ahora la recuperación ha dependido de acciones de los bancos centrales 'poco convencionales' que han llevado al incremento en crédito y mayores costos de la deuda en moneda extranjera.
“Globalmente, en el total agregado no financiero, la deuda ha aumentado aún más en relación con los ingresos, el espacio para el control fiscal y monetario es más limitado que antes de la crisis (de 2009)”, advirtió el reporte.
Carstens explicó que la política fiscal de las economías debe centrarse en garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas, pues la deuda del sector público en relación con el PIB ha vuelto a aumentar.
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También es necesario preservar las reformas para la regulación financiera con el objetivo de reforzar la resiliencia de los sistemas bancarios.
“Las reformas deberían reforzar la capacidad de las economías para absorber perturbaciones y evitar la acumulación de más desequilibrios, mientras que en el entorno político, el reto será defender el sistema comercial abierto ”, culminó el gerente general del BIS.
