El T-MEC deja a empresas de EU a merced de tribunales mexicanos
NUEVA YORK/CIUDAD DE MÉXICO - El nuevo acuerdo comercial de América del Norte, Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, como se bautizó en México), pone fin a protecciones legales importantes para muchas de las empresas estadounidenses que operan en México, lo que deja a sus operaciones expuestas a un riesgo que habían evitado con el antiguo acuerdo comercial: el sistema judicial de México.
Para miles de firmas estadounidenses el cambio podría agregar complicaciones e incertidumbre en sus negocios al sur de la frontera. México es el tercer socio comercial más grande de Estados Unidos.
El acuerdo comercial anterior, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), incluía disposiciones que otorgaban a las empresas estadounidenses que operan en México y Canadá la opción de impugnar las decisiones gubernamentales en un tribunal internacional.
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Un cambio en las regulaciones mexicanas o canadienses, por ejemplo, que hubiese tenido un impacto significativo en las operaciones de una firma estadounidense, podría ser cuestionado a través de un panel internacional en lugar de las cortes locales.
La eliminación de la protección de la inversión significa que las empresas ahora estarían a merced de los tribunales de México, envueltos en múltiples casos de corrupción, dijo una fuente de la industria energética.
La disposición ha sido parte de numerosos pactos comerciales para disminuir los riesgos de las empresas que operan en el extranjero. Su eliminación hace que el nuevo acuerdo sea atípico, dijeron expertos en comercio y fuentes de la industria en Washington.
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo una opinión negativa sobre la disposición. El Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés), Robert Lighthizer, lo considera un subsidio para que las empresas estadounidenses inviertan en México.
Una portavoz del USTR no quiso realizar comentarios para esta historia, refiriéndose a las declaraciones anteriores de Lighthizer, que esencialmente dicen que la disposición anterior alentaba a las compañías a trasladar sus operaciones al extranjero a costa de los empleos estadounidenses.
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Trump culpó al TLCAN por el traslado de miles de empleos de manufactura desde Estados Unidos a México, donde la mano de obra es más barata. El político republicano amenazó con terminar el acuerdo de libre comercio a menos que México y Canadá acordaran términos más favorables.
Los tres países firmaron un pacto revisado el mes pasado.
Eliminación gradual de las protecciones
El nuevo pacto comercial, denominado oficialmente Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (USMCA como se bautizó en Estados Unidos), eliminará gran parte de las antiguas protecciones de solución de controversias entre inversores y estados (ISDS, por su sigla en inglés) en los próximos años.
Lighthizer inicialmente había querido eliminar todas las protecciones de este tipo, pero aceptó algunas excepciones luego de la presión de los grupos de la industria de México y Estados Unidos, dijeron fuentes mexicanas.
Jesús Seade, negociador comercial líder para el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el representante comercial estadounidense tomó una posición moderada porque México quería conservar las ISDS, que son importantes para la inversión.
Legisladores republicanos en Estados Unidos, entre ellos el senador Orrin Hatch de Utah, también se opusieron a los intentos de Lighthizer de eliminar las ISDS del acuerdo.
Una portavoz de Hatch dijo que aún está revisando el acuerdo y trabajando para asegurarse de que "se basará en el éxito comprobado del TLCAN".
Según el nuevo acuerdo, el tribunal ISDS solo sería una opción para las firmas que disputen un pequeño número de asuntos, como la expropiación estatal de activos o la discriminación contra entidades extranjeras.