Polidura habla de los cómo para restablecer la confianza, pero antes advierte que el gobierno tiene que hacer que los inversionistas olviden hechos como el aeropuerto o los gasoductos en los que vieron que las reglas no eran claras. “En el futuro eso se debería de borrar de la mente de los inversionistas”.
Los cómos son: reglas claras y cumplirlas.
“Que el inversionista sepa que gane quien gane, venga quien venga, un contrato otorgado por el gobierno es un contrato que se va a respetar y se va a llevar a cabo sin importar quién esté al mando esa es la forma pero tomará tiempo, eso es lo primero”, dijo.
El otro es ejecutar la inversión pública y estimular la privada en infraestructura y en asociación del gobierno y los empresarios.
“Buscar esquemas de participación junto con el sector privado, es una forma de reactivar esto, no tratar de hacerlos solos ellos porque eso va hacer que la dinámica sea mucho menos intensiva”, explica.
En la víspera, la iniciativa privada en México se comprometió con 160,000 millones de pesos en gasto de capital para iniciar 15 proyectos, parte del plan nacional de infraestructura que se presentará el 26 de noviembre.
“Yo creo que la noticias es buena pero es importante otra vez que las reglas que se establezcan para esa inversión sean reglas no nada más claras sino sean reglas que se obedezcan y se obedezcan siempre y no dejen a tela de juicio de si se va a cumplir con el contrato”, dijo el directivo mexicano.
Polidura explicó que el tema de la corrupción es clave para resolver si México quiere atraer inversiones pues sus competidores por esos recursos tienen una situación más ventajosa en ese tema.
En América Latina, Julius Baer tiene presencia en México, Brasil y Argentina y en desarrollo en Chile y Colombia. En marzo pasado aumentó su participación en la empresa mexicana NSC Asesores de gestión de patrimonios, que administra 3,500 mdd en activos.