Powell habló antes de que datos mostraran un aumento récord de solicitudes de beneficio por desempleo a 3.28 millones, evidencia de que el "distanciamiento social" para combatir la pandemia se ha consolidado, pero también puede haber terminado con la expansión económica de más de una década en el país.
Su elección para la entrevista fue en sí misma parte de un mensaje que parecía destinado a preparar a las personas para la noticia económica que se avecinaba, aconsejar paciencia en cualquier apuro por volver al trabajo y asegurar que la Fed actuaría "agresivamente" para mantener a flote a empresas y familias.
"No somos expertos en pandemias (...) Yo intentaría escuchar a los expertos. El doctor Fauci dijo algo así como que el virus establecerá un calendario, eso me parece correcto", dijo Powell, en referencia a Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
"Lo prioritario es lograr que la propagación del virus sea puesta bajo control y entonces reanudar la actividad económica", expresó.
Los comentarios del jefe del banco central contrastan con el deseo de algunos de los asesores del presidente Donald Trump de una reapertura más rápida. El propio mandatario ha dicho que quiere que la economía esté en marcha para Semana Santa, en poco más de dos semanas.
Pero las autoridades de la Fed que han hablado sobre el tema, incluido ahora Powell, han adoptado un enfoque más sombrío, enfocándose en la necesidad de controlar primero el virus y luego restaurar la confianza entre los trabajadores y los consumidores de que es seguro volver a los negocios.
Powell usó la entrevista, fuera de los programas de noticias o conferencias económicas donde generalmente aparecen los jefes de la Fed, para reforzar el mensaje y dar lo que para un banquero central es un paso inusual al reconocer que la economía puede estar contrayéndose incluso antes de que los datos económicos lo confirmen.
Aún así, la situación actual es tan inusual que los funcionarios de la Fed se han vuelto atípicamente francos. Como con las solicitudes de ayuda estatal, los mercados esperan que los próximos datos muestren saltos tan grandes en el desempleo y la pérdida de producción que su enfoque ha cambiado de minimizar la profundidad del problema a asegurar que las empresas y los hogares superen el período con sus finanzas intactas.
Powell dijo que una decisión deliberada para cerrar tiendas en nombre de la salud pública "no es una recesión típica (...) No hay nada malo a nivel de fundamentos en nuestra economía".
De hecho, el objetivo de los billones de dólares en préstamos y compras de bonos que la Fed ha autorizado en las últimas dos semanas es precisamente permitir que una economía saludable pueda hacer la pausa necesaria para controlar el virus, afirmó, antes de lo que podría ser un fuerte repunte más adelante este año.
"Cuanto más pronto se termine este periodo y pongamos al virus bajo control, la recuperación tardará menos (...) Sabemos que la actividad económica declinará probablemente de una manera significativa en el segundo trimestre pero creo que muchos esperan, y yo esperaría, que se reanude y que haya un repunte en el segundo semestre del año", dijo Powell.