Plan fiscal con acento en las familias mexicanas
Al tomar en cuenta que la familia mexicana promedio tiene acceso limitado a créditos en tiempos difíciles, el IMCO considera que es momento de que el gobierno use su acceso al sector financiero para ponerlo al servicio de las familias.
Para ello propone transitar de un plan de responsabilidad fiscal inflexible a uno de responsabilidad social urgente y de la austeridad a la solidaridad, ya que no hay ni habrá pronto recursos disponibles por ingresos fiscales. Hay poco espacio fiscal para destinar recursos a un programa de rescate de corto plazo.
El IMCO considera que el gobierno puede financiar sus programas de apoyo con gasto, a partir de la línea de crédito por 60,000 millones de dólares (mdd) que México tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La otra opción es utilizar los remanentes del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) que se calcula en 160,000 millones de pesos (mdp).
También recomienda definir un plan para solventar los pagos de la deuda. "El proyecto político y económico actual eventualmente tendrá que regresar a sus compromisos iniciales en términos de tributación: no endeudamiento y no elevar o crear impuestos", dice el IMCO.
No obstante, reconoce que atender eficientemente estos objetivos de política pública no será fácil.
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Una alternativa para elevar prospectos de recaudación en el mediano plazo, dice el IMCO, involucra intervenciones que incentiven el uso de medios de pago electrónicos para incrementar los ingresos fiscales.
Reducir el uso de efectivo podría incrementar los ingresos fiscales entre un 2% y 4% del PIB debido a una mejor fiscalización de los sistemas de pagos electrónicos y la reducción de la economía informal dependiente del dinero en efectivo.
Trabajar con lo que se tiene: gestión pública en tiempos de crisis
Ante el desempleo, una familia mexicana preferiría posponer proyectos de inversión como la remodelación y acondicionamiento de la vivienda para redirigir sus pocos recursos hacia necesidades urgentes, como comprar alimentos y medicinas. El gasto público adecuadamente dirigido puede cambiar estas decisiones:
En el IMCO sugiere dar luz verde al presupuesto de salud y apoyos económicos, así como suspender temporalmente las obras que requieren un monto elevado de recursos de inversión pública, que podría ser destinada a mantener puestos de trabajo, especialmente en los pequeños negocios.
A decir del instituto, reenfocar los recursos de inversión pública comprometidos en las obras emblemáticas del sexenio permitirá hacer inversiones en investigación, desarrollo, medidas profilácticas y tecnología biomédica y hospitalaria que pueda ayudar a controlar la crisis. Dichas inversiones pueden hacerse en conjunto con otros países para asegurar un impacto económico positivo de las mismas.
El instituto recomienda también usar los procesos ya establecidos para la entrega de programas sociales, así como consolidar padrones de beneficiarios de programas sociales dispersos por toda la administración pública para identificar y generar un vínculo con familias y trabajadores informales que no cuenten con registro oficial ante las autoridades tributarias o de seguridad social.