Y los pronósticos para el corto plazo no son nada optimistas: Banco Base proyecta la pérdida de un millón de empleos en el segundo trimestre de 2020.
“Con una destrucción de empleos tan grande, lo máximo que hemos visto desde que se tiene registro son más de 600,000 en 1995 con la del crisis del Tequila, se abre la posibilidad de que muchas de estas plazas no puedan recuperarse en mucho tiempo, a esto se le llama desempleo estructural”, dijo Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
Generar empleos no es sencillo, se necesitan condiciones económicas y de inversión favorables. De acuerdo a registros del IMSS, de enero a julio de 2018 se crearon 530,789 puestos de trabajo formales, un número cercano a los 555,789 perdidos en abril pasado.
Pero el panorama era diferente: en el tercer trimestre de 2018, el PIB subió 2.6%; hubo elecciones a nivel nacional, lo que significó un mayor gasto público; el tipo de cambio se mantuvo en promedio en 18.5 pesos por dólar. De enero a julio de ese mismo año, el crecimiento anual en el empleo fue impulsado por el sector agropecuario con 8.1%, transportes y comunicaciones con 5.9% y construcción con 5.7%, señalan datos oficiales.
En el marco de la crisis, economistas consultados por Expansión han destacado la importancia de apoyos para mantener vivas a las empresas, para que una vez que se retomen actividades cueste menos trabajo recuperar las plazas.
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“La razón por la que se tiene que ayudar a las empresas es para salvar los empleos que estas empresas crean. Hay más de 13 millones de empleos en el sector servicios, si al salir de la crisis sanitaria amanecemos en un México donde una parte importante de estas empresas quebraron o desaparecieron la recuperación va a ser mucho más difícil. Esos empleos se van a tardar años en regresar”, comentó Jorge Andrés Castañeda, consultor independiente de política pública y profesor de Economía Política Internacional en la Universidad Iberoamericana.
En abril se dieron de baja 6,689 patrones afiliados al IMSS, “lo cual demuestra que algunas empresas están empezando a cerrar”, advirtió José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) en un análisis.
Siller explicó que tener expectativas de crecimiento económico es fundamental para que las empresas puedan contratar personas, las proyecciones de la economía en México llegan incluso ya a una caída de -10% para el cierre de año, además el panorama para los inversionistas y consumidores se ha visto mermado por la posibilidad de que exista un nuevo brote a finales de año, e incluso en 2021.
“El hecho de que exista la posibilidad de más brotes genera que no se contrate más gente, que los consumidores estemos más cautelosos y no gastemos tanto, esto representa un riesgo para México, lleva a cambios en los patrones de consumo, lleva a cambios estructurales de fondo en la economía mexicana”, advirtió la economista de Banco Base.