Cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) detallan que al cierre del primer trimestre de este año, de un total de 309,165 mdp en créditos fiscales, 211,298 mdp son factibles de cobro, es decir, que los contribuyentes aceptaron el adeudo.
En tanto, 97,867 mdp tienen baja probabilidad de cobro por el adeudo de 356,239 contribuyentes.
Un crédito fiscal es impuesto por la autoridad derivado de actos de revisión, son notificados al contribuyente, este acepta el adeudo, este tipo de créditos entra en la categoría de factibles de cobro, pero también pueden tener baja probabilidad de cobro cuando la autoridad determina que están a cargo de deudores insolventes, no localizados y en comprobación de incobrabilidad, explicó Carlos Cárdenas Guzmán, expresidente de la Academia de Estudios Fiscales de la Contaduría Pública.
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En vez de condonar impuestos, la administración federal actual se ha caracterizado por cobrar adeudos fiscales a grandes empresas. América Móvil pagó 8,290 mdp en febrero: Walmart que pagó 8,079 mdp la semana pasada, FEMSA llegó a un acuerdo para 8,790 mdp e IBM México 669 mdp.
De acuerdo con Hacienda, en el primer trimestre del año el SAT recuperó 16,106 mdp por el cobro de estos créditos, mayormente a grandes contribuyentes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador refirió el pasado 27 de mayo, que existen 15 empresas que deben 50,000 mdp, al fisco.
No obstante, estos recursos son insuficientes para enmendar la falta de ingresos en el año por un menor crecimiento económico y las bajas en los precios del petróleo mexicano.
“Han sido recursos que han mantenido a flote la recaudación de enero a abril, pero los ingresos petroleros han sufrido un descalabro total, que si juntas todos los impuestos no alcanzas a recompensar la pérdida por ingresos petroleros. Estos cobros fiscales es lo mínimo que puede hacer el gobierno para financiar gastos en general, no le sobra nada”, refirió Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público del Centro de Investigación México Evalúa.
La especialista detalló que en el último año, debido a la llegada de menores ingresos a las arcas públicas, la administración ha recurrido a ingresos no recurrentes como los recursos de fondos provenientes de ahorros de la administración pública, y el cobro de créditos fiscales, una práctica que no es sostenible en el largo plazo porque se cobran una sola vez.
De acuerdo con Cárdenas Guzmán, los créditos factibles de cobrar en su mayoría corresponden a cualquier tipo de impuesto: IVA, ISR o IEPS, que no fue pagado en su debido tiempo, y que por ende implica una actualización por inflación, recargos y multas.
Campos explicó que estos créditos al ser cobrados se van a la bolsa general de gasto público: “si son cobros de IVA se va a IVA, si es por ISR a los ingresos cobrados por ISR”, es decir, no pueden ser etiquetados, por lo que no pueden destinarse a un fin en específico.
La semana pasada, el presidente refirió que 8,000 mdp cobrados por el SAT a Grupo FEMSA se destinarían para otorgar créditos a la palabra a empresarios que no hayan despedido a personal desde el inicio de la pandemia a la fecha de su solicitud.
