Por lo tanto, el BCE no ve razones para detenerse en el despliegue de su iniciativa de 1.3 billones de euros (1.49 billones de dólares) que ha destinado para la compra de activos financieros, en el marco de su Programa de Compras por Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés), expresó Lagarde.
"A menos que haya sorpresas positivas importantes, nuestra previsión de base es que necesitaremos la totalidad del fondo PEPP", añadió.
Los comentarios de Lagarde siguen a declaraciones de dos miembros de la junta de gobierno del BCE, Isabel Schnabel e Yves Mersch, quienes sugirieron que era posible que la totalidad de los recursos no tuviera que ser inyectada, puesto que los indicadores mostraban que los mercados se habían estabilizado.
Hasta ahora, los resultados indican que el paquete de ayuda del BCE está funcionando y que aún se necesita un "amplio estímulo" para contrarrestar la incertidumbre creada por los esfuerzos para combatir el virus y mitigar el impacto económico, afirmó Lagarde en rueda de prensa.
Más temprano, el consejo de gobierno del BCE mantuvo estable su política monetaria, luego de una reciente serie de datos económicos que fueron más alentadores tras la caída de dos dígitos en porcentaje de la producción de la UE en los tres meses hasta junio.
Lagarde dijo que a pesar de la evidencia de que la economía "tocó fondo" en abril, existe una enorme incertidumbre sobre la capacidad de las autoridades de la zona euro de contener la propagación del virus y de enfrentar el impacto en los ingresos, el empleo y la demanda del consumidor.
Las compras del programa PEPP continuarán al menos hasta junio del 2021 y los retornos serán reinvertidos hasta fines del 2022, dijo la jefa del banco central.
Tras su reunión del jueves, el BCE también mantuvo el tipo principal de refinanciamiento en 0% y la tasa de interés para depósitos bancarios en un mínimo histórico del -0.5%.
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