Una nota de la Casa Blanca mostró que la nueva propuesta de Biden reduciría el gasto en banda ancha a 65,000 millones de dólares (mdd). El gasto en carreteras, puentes y grandes proyectos de infraestructura bajaría a 120,000 mdd, desde 159,000 mdd, pero muy por encima de los 48,000 mdd que desean los republicanos.
Biden accede a reducir el monto inicialmente previsto pero también, aseguró Psaki, se mantiene "firme" en su empeño de invertir en áreas que considera "vitales" para la reconstrucción de infraestructuras e industrias claves para el futuro y para hacer que el país sea más productivo y "más competitivo con China".
“ Los chinos se están comiendo nuestro almuerzo . Se están comiendo nuestro almuerzo económicamente. Están invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en investigación"”, comentó el presidente Joe Biden a principios de mayo.
“Si esto sigue así, van a ser los dueños del mercado de los coches eléctricos en el mundo. Tenemos que competir”, sentenció.
La vocera Psaki explicó que la propuesta reduce los fondos en algunas infraestructuras tradicionales -como carreteras, puentes y otros proyectos- para acercarse a las cifras que pedían los republicanos.
Y también están dispuestos a cambiar el destino de algunas inversiones destinadas a la investigación y el desarrollo en la industria manufacturera y las pequeñas empresas para centrarlas en dos propuestas legislativas que ya hay sobre la mesa relativas a la formación en materia tecnológica, como inteligencia artificial y semiconductores.
Jen Psaki aseguró que todos los cambios que ha propuesto la Casa Blanca buscan encontrar esos puntos en común que permitan la aprobación del plan.
"Esta propuesta muestra la voluntad de reducir su tamaño (del paquete), cediendo en algunas áreas que son importantes para el presidente mientras se mantiene firme en otras que son vitales para reconstruir nuestras infraestructuras e industrias del futuro", dijo Psaki.
Sin embargo, demócratas y republicanos están muy distantes. Una persona familiarizada con el asunto dijo que los republicanos del Senado no veían la nueva propuesta como una mejora significativa de la original de Biden.
Escucha
La contraoferta de la administración demócrata supone una reducción de medio billón de dólares en el ambicioso plan con el que Biden pretende transformar la infraestructura del país, y que el presidente quiere financiar con la subida de impuestos a las grandes empresas.
Una subida que en el plan inicial plantea elevar el impuesto de sociedades del 21 al 28 por ciento, así como limitar las maniobras de evasión fiscal.
Con información de EFE y Reuters