Este plan es popular entre los demócratas, pero los republicanos del Congreso se oponen a lo que consideran un gasto descontrolado o proponen algo mucho más modesto.
Biden argumentó que este paquete, que financiaría infraestructuras tradicionales como el transporte por carretera, pero que también destinaría dinero a cosas como internet de banda ancha y la investigación y el desarrollo de coches eléctricos, será rentable.
Se trata de "un proyecto de cuello azul para reconstruir Estados Unidos, para impulsar nuestra economía de modo que podamos transportar mercancías, generar empleo y ser más competitivos en todo el mundo", dijo, de pie en un podio al aire libre en Lake Charles.
Se necesita una nueva estrategia, centrada en la investigación y el desarrollo, porque "los chinos se están comiendo nuestro almuerzo. Se están comiendo nuestro almuerzo económicamente. Están invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en investigación", comentó el mandatario.
"Si esto sigue así, van a ser los dueños del mercado de los coches eléctricos en el mundo", dijo. "Tenemos que competir".
Como tela de fondo de su discurso estaba el puente del río Calcasieu, de 70 años de antigüedad, que Biden calificó de ejemplo de los grandes puentes estadounidenses que han sido muy sobreutilizados y que necesitan no solo ser reparados, sino sustituidos.
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Los republicanos se oponen a que Biden financie su plan de infraestructuras mediante el alza del impuesto empresarial del 21% al 28%.
Biden también promocionó su Plan de Familias Estadounidenses, de 1.8 bdd, que propone ampliar la educación y las protecciones sociales y que se pagaría con alzas de impuestos a los más ricos.
La próxima semana, Biden tiene previsto negociar en la Casa Blanca con altos funcionarios republicanos.