La serie de cambios y propuestas fue realizada y presentada por el IMEF frente a la necesidad de una reforma fiscal que impulse la reactivación económica y genere empleos, y la posibilidad de que para el siguiente año solo se aprueben cambios administrativos en el paquete económico, en los que trabaja principalmente el SAT.
El presidente López Obrador ha descartado una reforma fiscal que aumente o implemente nuevos impuestos para 2022. La jefa del SAT, Raquel Buenrostro ha enfatizado que los cambios vendrán en materia administrativa enfocada en medidas para evitar la evasión y así incrementar la recaudación de ingresos públicos, hasta en 200,000 millones de pesos.
No obstante, estos ingresos que contempla la autoridad fiscal están limitados, no serían constantes año con año, a diferencia de cambios más profundos, explicó Casillas.
Cambios propuestos
Cabe destacar que el potencial recaudatorio que estima el IMEF de sus propuestas, es extra al monto que estima generar el SAT por cambios administrativos para el siguiente año.
"Proponemos la implementación de medidas fiscales que estén orientadas a promover la recuperación económica post-pandemia y que promuevan la inversión, lo cual tendría efectos positivos en el impulso de inversión incremental y las tasas de crecimiento potencial y de recaudación fiscal", dijo el presidente del IMEF.
La serie de propuestas se compone de hacer adecuaciones al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) para que sea más atractivo, fortalecimiento de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon); deducción del 100% de las prestaciones sociales; simplificación para el cumplimiento de obligaciones fiscales para las personas físicas, disminución de la tasa corporativa del ISR de 30 a 28%, generalizar el IVA, excepto a una canasta de productos de consumo estrictamente básica y a medicinas.
Las de mayor calado, y con las que se puede incrementar en 1.9 puntos del PIB son: la deducción acelerada de inversiones, régimen especial para incentivar inversión en tecnología. Reducción de la tasa del ISR por dividendos del 10 a 5%.
Permitir la disminución de pagos provisionales del ISR, agilizar las devoluciones de saldo a favor, reiteró el IMEF.
