Los factores detrás de las perspectivas y la lenta recuperación son la economía que se vio en el tercer trimestre de este 2021, más una demanda debilitada por el bajo consumo, y la inversión que continua en niveles muy deprimidos, agregó el ejecutivo.
“Lo más grave desde nuestra perspectiva es la caída en el PIB per capita, en el poder adquisitivo de la población que muestra un empobrecimiento de la población en general, producto del bajo crecimiento económico y de la crisis del año pasado”, agregó el presidente del IMEF.
Gabriel Casillas, presidente del Comité explicó que en el ámbito nacional aún hay desafíos para la actividad económica, especialmente por la inflación, que se prevé continúe con una tendencia al alza alrededor del mundo, mientras que los bancos centrales han tomado medidas más restrictivas.
Lenta recuperación
El IMEF destacó que la economía mundial enfrentó una desaceleración en el tercer trimestre, afectada por el desarrollo de la variante “delta” siendo más contagiosa y generando nuevos temores entre los hogares, aunque el gasto en servicios siguió avanzando a un paso sólido.
Asimismo, se caracterizó por el regreso a clases presenciales y por la expiración de algunos programas de apoyo clave, como los beneficios adicionales por desempleo. Sin embargo, lo anterior no vino acompañado del efecto al alza que se estimaba sobre la tasa de participación y la creación de plazas en el trimestre fue, por mucho, inferior a lo estimado.
Por su parte, los contagios por “delta” y el fuerte repunte en la inflación se materializaron en caídas en la confianza de los consumidores, llevando a una pronunciada desaceleración del gasto de las familias con un crecimiento trimestral anualizado de sólo 1.6% desde 12% en el segundo 2021.
El consumo avanzó sólo 1.6%, desacelerándose fuertemente tras el avance de 12.0% del trimestre previo.