Para el 2022 espera un crecimiento del PIB de 2.8%, desde 4%, y de 2.7% en 2023.
"Para la economía mundial, el año 2022 arranca en condiciones más débiles de lo esperado. A medida que avanza la nueva variante ómicron del virus que provoca la COVID-19, los países han vuelto a instituir restricciones a la movilidad. A raíz del encarecimiento de la energía y de los trastornos en el suministro, la inflación es más alta y más generalizada de lo previsto, sobre todo en Estados Unidos y en numerosas economías de mercados emergentes y en desarrollo", detalló el FMI.
Pero no solo México sufrió un cambio en las estimaciones de crecimiento. El FMI también redujo las expectativas de las potencias Estados Unidos y China, ante los riesgos por la pandemia, la inflación, la interrupción en cadenas de suministros y el ajuste de tasas de la Reserva Federal.
El FMI recortó su pronóstico de crecimiento de Estados Unidos en 1.2 puntos porcentuales debido a que el Gobierno del presidente Joe Biden no logró aprobar un plan más extenso de gastos sociales y de lucha contra el cambio climatico, a lo que se suma el endurecimiento de la política monetaria de la Fed y la continua escasez de suministros.
El Fondo proyectó que la mayor economía del mundo crecerá un 4% este año, después de expandirse un 5.6% en 2021, y espera que la actividad disminuya aún más, a un 2.6% en 2023.
El recorte en el pronóstico de China fue de 0.8 puntos porcentuales, con lo que el PIB del país se expandiría un 4.8% en 2022 tras haber crecido un 8.1% en 2021.
La crisis generada por la pandemia y el impacto de la política de tolerancia cero contra el COVID de China, junto con el estrés financiero prolongado entre los grupos inmobiliarios del país, fueron los principales argumentos para el recorte en las estimaciones, dijo la entidad.
Al cambiar las expectativas de las dos mayores potencias, las previsiones de la economía mundial también sufrieron cambios.
"Proyectamos un crecimiento global este año de 4.4%, 0.5 puntos porcentuales menos que lo estimado anteriormente, en buena parte debido a las recortes de previsiones en Estados Unidos y China", escribió Gita Gopinath, alta funcionaria del FMI, en un blog para acompañar el informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO).
El FMI dijo que la rápida propagación de la variante ómicron había provocado nuevas restricciones de movilidad en muchos países y una escasez más aguda de mano de obra, mientras que las interrupciones en el suministro estaban alimentando la inflación.
Se espera inicialmente que ómicron pese sobre la actividad económica en el primer trimestre y que los efectos se disipen más adelante, dado que la variante está asociada con casos menos graves de COVID-19.
El crecimiento global se desacelerará a 3.8% en 2023, un aumento de 0.2 puntos porcentuales desde el pronóstico anterior emitido en octubre, dijo el FMI, pero añadió esta alza será en gran medida un reflejo "mecánico" luego de las dificultades actuales que deberían ceder en la segunda mitad de este año.
En general, el organismo proyectó el martes que la pandemia resultará en pérdidas económicas acumuladas de 13.8 billones de dólares hasta 2024, en comparación con el pronóstico anterior de 12.5 billones de dólares, escribió Gopinath, quien anteriormente se desempeñaba como economista jefa del FMI.