Además, alertó al presidente ruso, Vladímir Putin, de que su país pagará "un alto precio" si usa armas químicas o biológicas en Ucrania, al mismo tiempo que avisó de que Washington defenderá "cada centímetro" del territorio de los aliados de la OTAN.
Sin embargo, Biden insistió en que quiere evitar cualquier confrontación directa entre la OTAN y Rusia porque eso supondría el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Biden también adelantó que los países del G7 trabajarán para cerrar a Rusia cualquier fuente de financiación procedente de instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
"Putin es el agresor y debe pagar el precio por ello. No puede seguir tomado acciones que amenazan los fundamentos de la paz y la estabilidad internacional y luego pedir ayuda financiera a la comunidad internacional", apuntó.
Pese a haber sido anunciada por Biden, la retirada del trato denominado de "nación más favorecida" a Rusia debe ser aprobada por el Congreso estadounidense, algo que se espera que salga adelante sin problema al contar con apoyos tanto demócratas como republicanos.
Ucrania y Canadá ya han retirado a Rusia el estatus de "nación más favorecida", uno de los principios fundamentales del comercio internacional por el que vela la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Según la Casa Blanca, el resto de países miembros del G7 y la Unión Europea (UE) también seguirán los mismos pasos.