Pero la desaceleración del IPC probablemente sea temporal. Los precios de la gasolina, que representaron la mayor parte del retroceso en la tasa de inflación mensual, están aumentando de nuevo y rondaban los 4.161 dólares por galón a principios de semana, tras caer por debajo de los 4 dólares en abril, según la Administración de Información de Energía (EIA).
La guerra de Rusia contra Ucrania es el principal catalizador del aumento de precios de la gasolina. El conflicto también ha hecho subir los precios globales de los bienes.
La inflación ya era un problema antes de la invasión de Ucrania el 24 de febrero debido a las presionadas cadenas de suministro globales cuando las economías emergieron de la pandemia de COVID-19, después de que los gobiernos de todo el mundo inyectaron grandes cantidades de dinero de alivio y los bancos centrales redujeron las tasas de interés.
Inflación es prioridad
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció el martes el impacto que la alta inflación está infligiendo a las familias estadounidenses y dijo que bajar los precios "es mi principal prioridad nacional".
La Fed elevó la semana pasada su tasa de interés oficial en medio punto porcentual, el mayor aumento en 22 años, y dijo que empezará a recortar sus tenencias de bonos el próximo mes. La entidad comenzó a subir las tasas en marzo.
En los 12 meses hasta abril, el IPC aumentó 8.3%. Si bien esa fue la primera desaceleración en el IPC anual desde agosto pasado, marcó el séptimo mes consecutivo de aumentos superiores al 6%. El IPC se disparó un 8.5% en marzo, la mayor alza interanual desde diciembre de 1981.