El Producto Interno Bruto (PIB) tendrá un rebote de 3.2% en 2024 y otro de 2.6 % en 2025, previsiones que han sido consensuadas con el Ministerio de Finanzas. Sin embargo, estos resultados serán insuficientes para compensar el desplome de este año.
Las predicciones de contracción coinciden con el mayor descenso de la economía rusa -7.8% en 2009- desde que el presidente Vladímir Putin llegara al poder en 2000.
La economía rusa ya ha notado los efectos de las sanciones occidentales sin precedentes debido a la campaña militar rusa en Ucrania en el primer trimestre, en el que el PIB creció solo 1.6 %.
Se espera que el punto más bajo sea el tercer trimestre.
La inflación ascenderá a finales de este año al 17.5%, las inversiones en capital caerán 19.4%, los ingresos reales descenderán 6.8% y el desempleo aumentará hasta 6.7%.
El Ministerio de Economía pronostica que las exportaciones caerán 14%, descenso que en el caso de la industria de hidrocarburos será del 8%.
En anticipación de un nuevo paquete de sanciones occidentales, el presidente Putin llamó "suicidio económico" la posible renuncia de la Unión Europea al gas y petróleo rusos.
Con información de EFE