¿Qué implica?
Pese a esta advertencia, para este año no se prevé una disminución en la producción agrícola; excepto en los granos. Sin embargo, la declaratoria de la Conagua es una llamada de atención para resolver el problema lo antes posible.
En México hay dos cosechas: la de primavera-verano, que es de temporal -con lluvias-, y cuando se producen granos como la soya y granos básicos. La segunda es la cosecha de otoño-invierto, donde casi toda la producción es a través de riego, explicó Fernando Cruz, socio de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
“La falta de lluvias ha generado en este momento un retraso en el avance de siembra de la superficie de granos básicos. En el tema de frijoles, de maíces, si no llueve suficiente no se dan las características suficientes para sembrar y veremos una afectación en el tema de granos, pero no vemos una afectación tan grande en el tema de frutos y hortalizas”, precisó Cruz.
En el periodo enero-mayo, la superficie cosechada superó los 3.2 millones de hectáreas, nivel menor a los casi 3.4 millones del mismo periodo del año pasado, y la producción de maíz, trigo, sorgo, soya, arroz y frijol fue de 12.46 millones de toneladas, cantidad menor a las 12.85 millones del año pasado, de acuerdo con datos del GCMA.
A pesar de la disminución en la producción de granos, la Secretaría de Agricultura estima una producción agrícola de 273.3 millones de toneladas, lo que representaría 1.8% más respecto a 2021 y 3.1% más en comparación con 2020, de acuerdo con Expectativas Agroalimentarias del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
En el tema de granos, precisó Cruz, México siempre ha importado producto. La cosecha en Estados Unidos “se ve que viene bien”, por lo que no hay preocupación por el abasto para el consumo mexicano; en cuanto a frutas y hortalizas, México es el séptimo productor a nivel mundial, por lo que una reducción en la producción, impactará en las exportaciones, pero no al mercado local.
¿Impactará en el precio?
México es un tomador de precios y depende de las variaciones internacionales, aunque no se espera un impacto en el precio de estos productos.
En el caso de frutas y hortalizas, “es probable que se encuentre un poco más de volatilidad en los precios”, anticipó Fernando Cruz.
“Existe una bajada ya en los precios. Están por encima del promedio de los últimos años, sí, pero estamos viendo que las presiones inflacionarias en gran parte de los productos ya están disminuyendo”, por lo que se espera un cierre de 2023 con una inflación “menos importante, agregó el socio del GCMA.