"Existirá un proceso de selección natural de aquellos jugadores que están trabajando en productos que los hacen bien; no es un tema de llegar y ser un flashazo, es llegar a un punto donde realmente se contribuye a la sociedad", consideró Francisco Padilla, cofundador de Konfío.
Para el directivo, las fintechs deben ganarse la confianza de los usuarios para poder mantenerse vigente en el mercado.
Stefan Moller, fundador y CEO de Klar, consideró que la misión de las fintech es complementar y mejorar los servicios que ya da la banca tradicional en México con la diferencia de que tienen costos más bajos.
Los ahorros que obtienen las empresas con ayuda de la tecnología, de acuerdo con Moller, les permitirá llegar a más personas. Además, la banca abierta u open banking ayudará a que las instituciones compitan más y ofrezcan los mejores servicios a los usuarios.
Las empresas fintech trabajan de la mano de la tecnología que les permite calificar o evaluar mejor a los usuarios y así determinar el monto que pueden pagar. Sin embargo, el otro reto hacia adelante es la confianza que se le puede dar a personas y micro empresas al momento de prestarles dinero.
"El problema no es que haya muchas opciones sino qué tan fácil es el acceso (al financiamiento)", consideró Marlene Garayzar, cofundadora de Stori. Para ella, el reto está en democratizar y aprobar más las solicitudes de financiamiento.
Los ponentes consideraron que en los siguientes meses habrá oportunidades de fusiones y adquisiciones debido a que algunos jugadores no han logrado impactar a los clientes. Y es que ante un panorama económico global complejo, los fondos de inversiones que invierten en las fintech serán más selectivas.
"No es lo mismo la falta de liquidez que las ganas de invertir. No veo que los mercados de capitales estén invirtiendo menos o con menos ganas, solo han subido sus criterios", dijo Sebastián Castro, cofundador y presidente de Kushki.