¿En qué se gastará?
Este dinero se destinará principalmente a la construcción del Tren Maya y el desarrollo del istmo de Tehuantepec. Proyectos hidráulicos como Agua Saludable para la Laguna, la presa Santa María, la ampliación del distrito de riego del pueblo yaqui, la presa Zapotillo y el acueducto El Cuchillo 2.
También a proyectos carreteros y de conectividad, como la construcción del tren México-Toluca, la conexión de la zona oriente del Valle de México, las autopistas Mitla-Tehuantepec, Barranca Larga-Ventanilla, Real del Monte-Huasca y Portezuelo-Ciudad Valles, así como la construcción de caminos rurales, de mano de obra en Guerrero, Oaxaca y Sonora, entre otros.
Del sector energético se encuentran la rehabilitación de refinerías y los proyectos de exploración y producción del hidrocarburo, así como de conectividad, a través de instalación de torres y antenas para la cobertura de red celular para CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos.
Puede ser mejor
“Para 2023 vemos una cantidad importante para la inversión; sin embargo, creemos que pudo haberse mejorado, sobre todo la calidad del destino de la inversión, México necesita mucho apoyo en infraestructura para promover a inversionistas mexicanos y extranjeros privados, no es suficiente, sobre todo el destino que se le está asignando para 2023”, comentó Alejandro Hernández, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Destacó que la inversión pública es clave para la reactivación económica y atraer inversión privada de las empresas mexicanas y extranjeras.
Un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) detalla que el gasto en inversión sería 15.6% mayor respecto del aprobado en 2022, aunque 9.5% menor al ejercido en 2021.