"Cuando se mira a los principales impulsores de la inflación hoy, ya sean alimentos o materias primas o energía, no vemos componentes o una dirección que me lleve a creer que hemos tocado un máximo de inflación y que bajará en el corto plazo", incidió.
Los expertos del BCE, añadió, creen que los riesgos para la inflación son al alza por lo que la institución seguirá intentando moderar los precios "con todas las herramientas de que dispone" y "la primera y más eficiente en estas circunstancias son los tipos de interés".
Lagarde reiteró varias veces que el BCE prevé seguir aplicando subidas de los tipos de interés cuya magnitud y velocidad se decidirá en función de los datos de que dispongan -la institución actualizará sus proyecciones en diciembre- y "reunión a reunión".
"Tiene que ser un tipo de interés lo suficientemente alto como para proporcionar el objetivo de inflación del 2% a medio plazo que tenemos. Podría ser que nos lleve a territorio restrictivo, pero es algo que debatiremos reunión a reunión y sobre la base de los datos", insistió preguntada por la cota que prevé alcanzar la institución.
Pese a que desde julio el BCE ha aumentado en 200 puntos básicos los tipos de interés, que llevaban una década en mínimos históricos, la política monetaria del emisor europeo sigue siendo acomodaticia y apoyando la demanda, recordó Lagarde.
"Tenemos que seguir aumentando los tipos de interés. Es algo que hemos dicho y que decidiremos. Mi sospecha es que todavía tenemos camino por recorrer y no hemos acabado con la inflación", insistió.