Philip Lane, economista en jefe del BCE, y Fabio Panetta, otro miembro del consejo, afirmaron que las medidas adoptadas por el banco central aún no han calado en la economía y pidieron, respectivamente, "una actitud abierta" y un "enfoque comedido" para futuras medidas.
"La mayor parte de los efectos de nuestro endurecimiento todavía están por llegar", declaró Panetta en un acto celebrado en Londres. "Esto significa, por ejemplo, que el ajuste actual en el mercado crediticio (...) probablemente comprimirá el consumo y la inversión en los próximos meses".
Estimó que la inflación general de la zona euro podría caer por debajo de 3% a finales de año si se mantiene la caída de los precios de la energía, frente al 8.5% del mes pasado.
Más tarde, Lane afirmó que el endurecimiento del BCE ha reducido la inflación en torno a 1.2 puntos porcentuales este año 2023, y en 1.8 puntos porcentuales en 2024, pero que "gran parte del efecto estaba aún en proceso".
También enumeró una serie de razones por las que el impacto de la política monetaria del BCE puede retrasarse, desde el elevado ahorro de los hogares hasta una mayor proporción de hipotecas a tasa fija que en el momento del último ciclo de endurecimiento.
A principios de mes, el BCE subió su tasa de referencia 50 puntos base, una cifra sin precedentes, y anunció otra subida de la misma magnitud para el 16 de marzo.
Panetta, la persona designada por Italia para formar parte del consejo del BCE, abogó por una reducción de las tasas a partir de marzo.
"Suavizando nuestras subidas de los tipos de interés oficiales —es decir, moviéndonos en pequeños pasos— podemos asegurarnos de calibrar ambos elementos con mayor precisión a la luz de la información entrante y de nuestra función de reacción".
Estos comentarios se enfrentaron a algunos de sus colegas al norte de los Alpes, como el neerlandés Klaas Knot y el alemán Joachim Nagel, del Bundesbank, que reclamaron más subidas de gran cuantía.
Los mercados financieros esperan que el BCE aumente el tipo que paga por los depósitos bancarios hasta al menos 3.5% antes del verano, desde el 2.5% actual.
Además de subir las tasas y eliminar gradualmente los préstamos baratos a los bancos, el BCE ha dejado de sustituir algunos de los bonos que vencen de su cartera de 5 billones de euros (5.34 billones de dólares), amasada durante ocho años de relajación cuantitativa.
Según Lane, recortar esas tenencias en medio billón a lo largo de tres años sólo reduciría la inflación en 0.15 puntos porcentuales y el crecimiento, en 0.2 puntos porcentuales.