Acompañada del presidente Andrés Manuel López Obrador, la funcionaria consideró que al igual que la expropiación petrolera, la nacionalización del litio profundiza el proyecto de transformación para el México del siglo XXI.
“En el gobierno de México y en la Secretaría de Economía promovemos las inversiones con dimensión social, porque estamos sentando las bases de una política industrial y de energías limpias para los próximos 50, 70 años, porque nosotros pensamos y trabajamos para las generaciones futuras de México.
Las políticas públicas de la Cuarta Transformación no son coyunturales”, añadió.
Raquel Buenrostro aprovechó para destacar los niveles de inversión que han llegado a México y las oportunidades que se aren con el nearshoring.
“La relocalización de inversiones de Asia a nuestro país es una realidad, como muestran los 35,291 millones de dólares de inversión extranjera que logramos atraer en 2022. Y no tengo duda que en 2023 romperemos récord otra vez”.
Comentó que para alcanzar este propósito es importante estar en contacto permanente con inversiones privados y gobierno de todo el mundo, para mostrar que México ofrece condiciones inmejorables para apostar recursos.
Añadió que el país destaca por ofrecer estabilidad política, solidez económica con finanzas públicas sanas y certeza jurídica.
Raquel Buenrosto mencionó que una de las industrias más beneficiadas con la nueva política industrial y la nacionalización del litio será la industria automotriz, que logrará una reconversión en el futuro.
“[El cambio] de los vehículos de combustión interna a los eléctricos está en marcha y crecerá exponencialmente en los próximos años. Pero para hacerlo necesita el litio, y que mejor oportunidad para la industria que hacerlo de la mano del conocimiento especializado y la experiencia de las y los trabajadores mexicanos”.
Aseguró que en este contexto es que las automotrices buscan a México para asentarse aquí. “La nacionalización del litio mexicanos, acompañada del profesionalismo laboral de los mexicanos marcará una nueva era en la industria automotriz, cuyos orígenes se remontan a 1925 cuando se inauguró la primera planta de ensamblaje en la Ciudad de México”.
“Con la declaración de reserva de litio del día de hoy y la política industria industrial que buscamos implementar desde la Secretaría de Economía, [México] tendrá un futuro brillante durante varias décadas más”.