Mike Mayo, analista de Wells Fargo, afirmó en una nota que "Goliat está ganando", destacando el crecimiento, la escala y la resistencia en un "trimestre excepcionalmente fuerte" para JPMorgan, al que calificó de "puerto en la tormenta" durante el reciente tumulto del sector bancario.
Los bancos están acumulando fondos de emergencia ante el temor a una desaceleración económica provocada por las agresivas subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos para controlar la inflación, así como por la reciente agitación provocada por la quiebra de dos bancos medianos.
El presidente ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, advirtió de que, aunque la economía estadounidense sigue siendo robusta, la reciente crisis bancaria con la repentina quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank el mes pasado podría hacer que los prestamistas se volvieran más conservadores y, al mismo tiempo, afectar el gasto de los consumidores.
"Los nubarrones que hemos estado vigilando durante el último año permanecen en el horizonte, y la agitación del sector bancario se suma a estos riesgos", dijo Dimon.
Un área en la que los grandes bancos han tenido más dificultades para obtener ganancias en 2023 ha sido la banca de inversión, lo que se reflejó en el negocio de JPMorgan con una caída del 24% de los ingresos de la unidad.
La actividad mundial de fusiones y adquisiciones (M&A) se contrajo a su nivel más bajo en más de una década en el primer trimestre, ya que el aumento de las tasas de interés, la alta inflación y el temor a una recesión quitaron apetito por los grandes negocios.
¿Problemas en el futuro?
JPMorgan superó las expectativas del mercado con un aumento del 52% de sus ganancias, a 12,620 millones de dólares, o 4.10 dólares por acción, en los tres meses hasta finales de marzo, mientras que sus provisiones para insolvencias aumentaron 56%, a 2,300 millones de dólares.
Los ingresos netos por intereses, que miden las ganancias de un banco por la concesión de préstamos, aumentaron un 49%, a 20,800 millones de dólares.
Citigroup también superó las previsiones de Wall Street, ayudado también por los efectos de la política monetaria más restrictiva de la Fed, pese a que reservó 241 millones de dólares para cubrir posibles pérdidas por préstamos, que se compara con los 138 millones de dólares que liberó hace un año.
Por su parte, Wells Fargo reservó 1,210 millones de dólares en el trimestre para cubrir posibles pérdidas en préstamos, frente a los 787 millones de dólares que liberó un año antes.
En otra parte clave del sector de los servicios financieros, BlackRock reportó una caída del 18% de sus beneficios del primer trimestre, pero superó las estimaciones de los analistas, ya que los inversores siguieron inyectando dinero en sus fondos.
Con sede en Nueva York, BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, que obtiene la mayor parte de sus ingresos de las comisiones por servicios de asesoramiento y administración de inversiones, cerró el primer trimestre con 9,1 billones de dólares en activos bajo gestión, menos que 9.57 billones del año anterior, pero más que los 8.59 billones del cuarto trimestre.