La OCDE añade que la inversión se beneficiará de un funcionamiento más fluido de las cadenas de valor mundiales y del traslado de la actividad manufacturera a México. No obstante, el crecimiento de las exportaciones se verá frenado por la ralentización económica de Estados Unidos.
Agregó que construcción sigue estando en más de 10% por debajo de su nivel previo a la pandemia, y que la tasa de desempleo es baja en términos históricos y la participación en el mercado laboral sigue aumentando.
Inflación perderá fuerza
La OCDE proyectó que la inflación descenderá a 5.9% en 2023 y a 3.7% en 2024. “La inflación se ralentizará poco a poco en 2023 y 2024, a medida que surta efecto el impacto de la subida de las tasas de interés de Banxico y disminuyan las presiones exteriores. Sin embargo, las perspectivas siguen siendo muy inciertas”, consideró.
Explicó que la inflación podría resultar más persistente de lo previsto si, por ejemplo, se materializa una espiral de precios y salarios.
“Las tensiones financieras registradas a nivel mundial pueden desencadenar una mayor aversión al riesgo y aumentar los costos de financiación y la volatilidad del mercado de divisas. En el lado positivo, si las cadenas de valor mundiales se recomponen con mayor agilidad de lo previsto, se podría conseguir un mayor crecimiento de la inversión”, advirtió.
Seguirán estímulos fiscales a las gasolinas
Consideró que a medida que la inflación retroceda, el fin de las ayudas fiscales dirigidas a mitigar el impacto de los altos precios de la energía ofrecerá un mayor margen fiscal para incrementar el gasto en educación e infraestructura.
“Asumimos que este mecanismo seguirá en vigor durante 2023 y 2024. El aumento de los ingresos del petróleo cubrió el costo de este mecanismo de estabilización en 2022. Sin embargo, si se permitiera que las variaciones mundiales del precio del combustible repercutieran en los precios minoristas nacionales, dichas variaciones servirían de incentivo para el ahorro energético y aportarían un mayor margen fiscal para reforzar los programas sociales o el gasto en educación”, comentó la OCDE.
Dinero seguirá caro
Mientras sugirió que la política monetaria debería seguir siendo restrictiva para garantizar que la inflación disminuya de forma sostenida hacia su objetivo. Una mayor certidumbre en el ámbito regulatorio, incluido en el sector energético, ayudaría a aprovechar al máximo el actual traslado de procesos de producción a México.
“Se asume que la tasa de interés oficial se mantendrá sin cambios hasta finales de 2023, cuando empezaría a reducirse poco a poco”, culminó.