Se trata de la primera reunión entre la comisión de libre comercio del tratado y los representantes de la iniciativa privada.
La delegación mexicana estuvo encabezada por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, y el presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Juan Cortina. Del lado estadounidense estuvo el presidente de la Asociación Nacional de Manufactura, Jay Timmons, y por Canadá, la asesora principal de Business Council of Canada, Louise Blais.
El consenso entre los tres socios comerciales es acelerar el plan para incrementar la producción de lo que se consume en América del Norte, principalmente en sectores como el automotriz y el sector electrónico, apuntó Economía en el comunicado.
La titular de Economía de México, Raquel Buenrostro, destacó logros del T-MEC que harán más competitiva a la región como: tener cadenas de suministro más resilientes ante eventuales contingencias futuras, así como los mecanismos que impiden la llegada de mercadas producidas con trabajo forzoso.
En la reunión con la representante comercial de EU, Katherine Tai, se abordaron puntos prioritarios para la agenda bilateral como: el tema energético, la carta porte, el comercio en el sector primario y avances relevantes para la preservación de la vaquita marina y la biodiversidad en el alto Golfo de California.
Durante el encuentro con Mary Ng, ministra de comercio de Canadá, se dio continuidad al tema de la nueva ley minera mexicana, el fallo del panel sobre las reglas de origen del sector automotriz, entre otros.
El gobierno mexicano reivindicó la agenda laboral como una de lascas exitosas en la implementación de los compromisos del T-MEC, sin embargo, puso énfasis en la importancia de un uso razonable y de buena fe del mecanismo laboral de respuesta rápida, “el cual debe ser un recurso de última instancia y no debe pretender reemplazar, sino en todo caso reforzar las instituciones nacionales”, se lee en el comunicado.
México planteó a Estados Unidos la preocupación de que todos los casos que presenten, estén debidamente fundamentados, que la supuesta denegación de derechos sindicales haya ocurrido tras la entrada en vigor del T-MEC y que exista una relación comercial entre la planta en cuestión y el país demandante.
