La Secretaría de Hacienda ya tiene un plan presupuestal para 2024, el cual tiene como base una expansión económica nacional de entre 2.5% y 3.5%, que es estimación clave que le permite prever el ingreso y gasto que tendrá el gobierno para el año siguiente.
Y aunque aún falta que lo debata y apruebe el Congreso de la Unión, el Paquete Económico es la guía de operación para el gobierno durante todo un año y su evolución le permite hacer ajustes en caso de requerirse ante cualquier imprevisto.
La dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O realizó un análisis de sensibilidad para medir el impacto en las finanzas públicas por movimientos en los principales indicadores financieros, y para el Paquete Económico 2024 un ajuste en la tasa de interés de referencia es el que mayor impacto tendría en los ingresos y egresos estimados.
“Un aumento en la tasa de interés incrementa el gasto no programable del sector público al aumentar el pago de intereses de la deuda a tasa variable y los costos de refinanciamiento de la deuda que está por vencer”, señala la dependencia en los Criterios Generales de Política Económica para la iniciativa de la Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024.
Hacienda estima que por cada 100 puntos base que se mueva la tasa de interés habrá un impacto de 30,500 millones de pesos.
El segundo rubro de mayor importancia es el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB), ya que una variación de medio punto porcentual tendrá un impacto en la recaudación tributaria de 24,400 millones de pesos: “Un mayor crecimiento económico al estimado incrementa los ingresos públicos debido a una mayor recaudación de impuestos”.
Hacienda estima que el peso fortachón seguirá el año entrante, pues promediará 17.1 unidades por billete verde; sin embargo, la volatilidad que predomina en los mercados financieros puede fácilmente alterar esta estimación.
Es por ello que una apreciación de 20 centavos en el tipo de cambio promedio tendría impactos en los ingresos petroleros y en el costo financiero en pesos de la deuda externa del gobierno mexicano.
Una apreciación del peso frente al dólar reduce los ingresos petroleros en 7,530 millones de pesos, debido a que una proporción elevada de los mismos está asociada a las exportaciones de crudo (-10,300 millones). Por otra parte, reduce en 2,800 millones el costo financiero por la disminución del valor en pesos de la deuda denominada en moneda extranjera.
El gobierno espera que en 2024 la mezcla mexicana de petróleo de exportación promedie 56.7 dólares por barril, precio menor a los 67 dólares de este año, mientras que la producción de crudo promedio será 1.983 millones de barriles por día para 2024.
Hacienda señala que el aumento de un dólar en el precio del petróleo tendría un impacto positivo de 13,400 millones de pesos en los ingresos por exportaciones petroleras.
Y si la producción petrolera sube en 50,000 barriles diarios, el gobierno tendría un ingreso extra de 17,900 millones de pesos debido a los mayores ingresos obtenidos por su venta.
Hacienda destaca que cuenta con una serie de herramientas que le permitirían hacerle frente a desastres naturales o choques internos y externos que pudieran amenazar a la economía nacional. Entre los amortiguadores se encuentran:
1. Una estrategia de coberturas petroleras para cubrir la exposición de los ingresos del gobierno federal ante reducciones en los precios del crudo.
2. La línea de Crédito Flexible con el FMI de 47,000 millones de dólares (mdd) para enfrentar un posible entorno económico adverso.
3. La línea swap con el Tesoro de Estados Unidos por 9,000 millones de dólares.
4. Las reservas internacionales por 204,000 millones de dólares al 1 de septiembre de 2023
5. La flexibilidad cambiaria que permite absorber choques externos.
6. El seguro para catástrofes con una cobertura de 5,000 millones de pesos, el cual se destina a cubrir los recursos presupuestales necesarios para atender los efectos ocasionados por fenómenos naturales y tiene vigencia hasta el 5 de julio de 2024.
7. Un bono catastrófico vigente hasta marzo de 2024 por 485 millones de dólares con cobertura contra pérdidas derivadas de sismos de diferentes magnitudes y ciclones tropicales.
